Propietaria de avioneta en que murió Emiliano Sala prohibió recurrir a ese piloto

AFP

La propietaria de la avioneta privada en que viajaba el futbolista argentino Emiliano Sala cuando en enero de 2019 murió en un accidente aéreo aseguró este miércoles ante la justicia británica que había prohibido expresamente recurrir al piloto implicado. 

El operador del avión, David Henderson, de 67 años, está siendo juzgado en un tribunal de la ciudad galesa de Cardiff por imprudencia o negligencia susceptible de poner en peligro el vuelo que trasladaba al atacante de 28 años para que se incorporarse al Cardiff City, club que acaba de ficharlo por 17 millones de euros (20,4 millones de dólares).

También se le acusa de intentar transportar a un pasajero sin autorización válida, cargo del que ya se declaró culpable y que, por tanto, no se debatirá durante las dos semanas de un proceso que comenzó el lunes. 

En la oscuridad de la noche y con condiciones meteorológicas complicadas, la avioneta privada, una Piper PA-46 Malibu, cayó a las aguas del Canal de la Mancha el 21 de enero de 2019.

El cadáver de Sala, cuya muerte conmocionó al mundo del fútbol, fue hallado en la carcasa del aparato más de dos semanas después, a 67 metros de profundidad. El cuerpo del piloto, David Ibbotson de 59 años, nunca fue localizado.

Este miércoles, la propietaria del aparato, Fay Keely, explicó ante el tribunal que compró el aparato por consejo de Henderson y le permitió operarlo y elegir a los pilotos. 

Pero aseguró que el 6 de julio de 2018, casi siete meses antes del accidente, le envió un correo electrónico instruyéndole para que no volviera a utilizar a Ibbotson, después de que la autoridad de aviación civil británica denunciara dos infracciones.  

– “Sin mi permiso” –

Más tarde Keely descubrió que pese a todo Henderson había vuelto a recurrir a ese piloto en agosto de 2018.  

El día del accidente, “debía (…) pilotar él mismo el avión”, explicó. 

“Luego descubrí que no estaba disponible y que había pedido a David Ibbotson que volara en su lugar (…) sin mi permiso”, agregó.   

El martes, el fiscal acusó a Henderson de anteponer su interés económico a la seguridad, al contratar a un piloto que sabía que no estaba cualificado.  

“Ibbotson no tenía licencia de piloto comercial, su habilitación para el tipo de aeronave N264DB había expirado en noviembre de 2018 y no era competente para volar en las condiciones meteorológicas que Henderson sabía que el vuelo podrían encontrar”, enumeró el fiscal Martin Goudie.

Sala falleció cuando regresaba a Cardiff de la ciudad francesa de Nantes, donde jugaba hasta entonces y adonde había ido a recoger sus pertenencias y despedirse de sus compañeros antes de empezar a entrenar con su nuevo equipo.

La oficina británica de investigaciones de accidentes aéreos (AAIB) determinó en un informe publicado en marzo de 2020 que el piloto perdió el control del aparato durante una maniobra efectuada a una velocidad muy elevada, “probablemente” para evitar el mal tiempo.

La avioneta se habría dañado en esa maniobra, y los investigadores creen que el piloto y el pasajero “probablemente” se intoxicaron con monóxido de carbono del sistema de escape del motor.