AFP
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reconoció este martes que los contagios de covid-19 van al alza nuevamente pero dijo que no es motivo de alarma ya que las hospitalizaciones y fallecimientos se mantienen estables.
En su conferencia de prensa matutina, el mandatario izquierdista dijo que principalmente “tres estados (de 32) tienen aumento de contagios en el país”, entre ellos Ciudad de México, pero las hospitalizaciones han crecido “muy poco”.
“Esta nueva variante es en efecto muy contagiosa, pero afortunadamente no está demandando de hospitalización ni (…) incremento de fallecimientos”, explicó refiriéndose a la cepa ómicron.
Se mostró contrario a hablar de una cuarta ola de la pandemia y rechazó cerrar escuelas y restringir actividades. “Seguirnos cuidando pero no alarmarnos”, añadió.
El gobierno mexicano espera que la avanzada vacunación contra covid-19, en niveles de 90% de esquema completo, contribuya a evitar que se saturen los servicios médicos como ocurrió hace un año.
Tras los festejos de fin de año, que en México inician el 12 de diciembre con el día de la Virgen de Guadalupe y culminan el 6 de enero con los Reyes Magos, en grandes localidades como Ciudad de México y Monterrey se han observado largas filas de personas que esperan hacerse una prueba de covid-19.
México, con 126 millones de habitantes, es el quinto país que más fallecimientos por covid registra en números absolutos con 299.581 y 3,9 millones de contagio, según cifras oficiales.
Sin embargo, su tasa de mortalidad por millón de habitantes es la vigesimosexta del mundo, según cálculos de la AFP basados en cifras oficiales.
El 3 de diciembre, México informó que había identificado el primer caso de la variante ómicron. Desde entonces, se ha observado un repunte de los casos.
Este país es de los que menos pruebas realiza en el mundo con un promedio de 0,1 por cada mil habitantes, según un seguimiento de la Universidad de Oxford. Las secuencias genómicas para determinar la variante también son escasas.