La epidemia de coronavirus, que paraliza la actividad económica en China, podría haber reducido las emisiones de CO2 del gigante asiático al menos en una cuarta parte, según un estudio publicado el miércoles, pero el impacto podría ser solo momentáneo.
Las vacaciones de Año Nuevo Lunar, que cayeron el 25 de enero, se prorrogaron de facto hasta el 10 de febrero.
Desde entonces, debido a las drásticas medidas de contención y a las restricciones a la circulación para frenar la epidemia, muchas fábricas permanecen inactivas o funcionan a medio gas.
Como consecuencia, el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero han disminuido en 100 millones de toneladas en comparación con el mismo período el año pasado, según un estudio difundido por el sitio especializado Carbon Brief.
En las dos últimas semanas (del 3 al 16 de febrero), las emisiones de CO2 se acercan a los 300 millones de toneladas, según el estudio realizado por los expertos del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA) con sede en Finlandia.