Javier Ponce
Representantes del Centro para la Defensa del Consumidor (CDC) y de la Mesa por la Soberanía Alimentaria dicen estar preocupados por la crisis alimentaria que azota a El Salvador debido al drástico aumento en el costo de la canasta básica, compuesta por 22 alimentos esenciales, la mayoría de los cuales ha experimentado un aumento significativo en sus precios.
El panorama económico ha impulsado a estas organizaciones a proponer un aumento en el salario mínimo como medida para contrarrestar esta crisis. Según las propuestas presentadas por el CDC, se plantea un incremento del salario en las áreas urbanas de $365 a $456, mientras que en las zonas rurales se sugeriría un aumento de $243 a $304.
Datos recopilados desde enero de 2021 hasta octubre de 2023 revelan un impacto directo en el bolsillo de los trabajadores. En el caso de la zona urbana, los costos de alimentación se han elevado en un promedio de $51 dólares, mientras que en las zonas rurales este incremento ha sido aún mayor, ascendiendo a $57 dólares adicionales en el gasto promedio, según informa el Centro para la Defensa del Consumidor.
El panorama de consumo también ha cambiado drásticamente. Actualmente, 7 de cada 10 salvadoreños han tenido que reducir o dejar de consumir productos básicos como carne y huevos debido a los precios inalcanzables en el mercado, según esas organizaciones.
La escalada en los precios de productos como tomate, chile verde, cebolla y huevo ha contribuido significativamente a esta situación. Estas organizaciones han confirmado que aproximadamente un millón 700 mil personas viven en condiciones de pobreza extrema, profundizando así las preocupaciones sobre la desigualdad y la precariedad alimentaria en el país.