AFP
Nueva York, mundialmente reconocida como la ciudad que nunca duerme, ahora tiene otro motivo para quitarles el sueño a sus habitantes: la metrópoli más famosa de Estados Unidos se está hundiendo.
Un estudio encontró que la “Gran Manzana”, en el este estadounidense, está hundiéndose gradualmente, en parte por el peso de los rascacielos que le dieron la fama a la llamada ‘jungla de concreto’.
El descenso hace que la metrópoli -de unos 9 millones de habitantes- sea más vulnerable al aumento del nivel del mar y a las inundaciones costeras causadas por el cambio climático, indicaron los investigadores.
El estudio, publicado este mes en la publicación Earth’s Future, se propuso estimar cómo la vasta infraestructura de la ciudad impacta en su hundimiento.
Este fenómeno, que hace ceder a enormes porciones de tierra, es causado por procesos como la erosión o actividades humanas como la extracción mineral.
Los geólogos calcularon que las más de un millón de edificaciones de Nueva York añadieron una masa total de 762 billones de kilogramos de presión descendente en el suelo.
La cadena CNN sostuvo que era el equivalente a unos 1,9 millones de aviones Boeing 747 con carga completa de combustible.
El informe concluyó que la capital financiera de Estados Unidos se está hundiendo a razón de dos milímetros en promedio por año.
Algunas áreas construidas sobre rocas más blandas o rellenos artificiales se han hundido hasta cuatro milímetros y medio por año, añadió el estudio.
“No puede detenerse”
Sin embargo, construir menos rascacielos no resolverá el problema, declaró a la AFP Tom Parsons, autor que comandó la investigación.
“La causa principal del hundimiento de Nueva York, y a lo largo de la mayor parte de la Costa Este, es tectónica y no puede detenerse”, dijo el geofísico del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El hundimiento exacerbará el impacto del aumento del nivel del mar causado por temperaturas más cálidas y por el derretimiento de las capas de hielo en el mundo.
La organización Sea Level Rise dice que los niveles del agua alrededor de Nueva York son casi 23 centímentros (nueve pulgadas) más altos que los registrados en 1950.
El gobierno de la ciudad predice que las aguas circundantes aumentarán entre ocho y 30 pulgadas (76,2 cm) para 2050.
El estado está destinando miles de millones de dólares en la construcción de diques, la elevación de carreteras y el mejoramiento de los drenajes para mitigar los riesgos.
Sin embargo, las áreas más bajas ya están sintiendo el efecto devastador de las inundaciones causadas por tormentas cada vez más intensas.
Difícil de predecir
En 2012, el paso del huracán Sandy mató a más de 40 neoyorquinos, destruyó unas 300 viviendas y dejó a decenas de miles de personas sin electricidad.
El huracán Ida, que azotó la ciudad en 2021, dejó decenas de muertos en Nueva York, muchas de ellas por no poder escapar a las inundaciones en sótanos.
Parsons dijo que era imposible decir cuándo ciertos lugares de Nueva York estarán bajo el agua, pero aseguró que ello sucederá.
“Es muy difícil predecir incluso un tiempo aproximado porque mientras el hundimiento de la ciudad es relativamente estable, los pronósticos del aumento del nivel del mar son inciertos y dependen de las futuras tasas de emisiones de gases de efecto invernadero”, explicó.
Nueva York no es la única gran ciudad del mundo que se está hundiendo. En una situación similar está Venecia, en Italia, donde se han disparado los temores de que un día quede completamente sumergida.
De su lado, Yakarta, capital de Indonesia, se hunde a un ritmo tan alarmante por la excesiva extracción de agua subterránea que el país está reubicando la ciudad.