AFP
Estudiantes chinos realizaron una protesta contra un confinamiento por un caso de coronavirus en una universidad del este del país, señal del persistente descontento entre la población a pesar de la tímida relajación de la estricta estrategia anticovid.
Después de las importantes manifestaciones de finales de noviembre de chinos hastiados por las restricciones sanitarias, numerosas ciudades anunciaron el fin de los test PCR a gran escala o del aislamiento en centros de cuarentena de personas contagiadas.
Pero las restricciones persisten. Según el banco japonés Nomura, 53 ciudades del país, que acogen un tercio de los 1,400 millones de habitantes de China, limitan todavía los desplazamientos a su población.
A pesar de que las fuerzas de seguridad chinas actuaron para mitigar las protestas, videos publicados el martes en redes sociales y geolocalizados por AFP mostraron una multitud de estudiantes reunida en la Universidad Tecnológica de Nanjing el lunes por la noche.
En las imágenes, los jóvenes exigen poder abandonar el campus. “El poder os lo dan los estudiantes, no vosotros mismos”, dice una persona a gritos en el video. “¡Estáis al servicio de los estudiantes!”, insiste.
Una estudiante de tercer año que pidió mantenerse en el anonimato confirmó que la protesta tuvo lugar después de que la universidad anunciara que cerraría el campus durante cinco días tras detectar un caso de covid.
La joven dijo a la AFP que sus compañeros estaban descontentos por la mala comunicación de parte de la universidad y temían verse bloqueados en el campus durante las vacaciones de invierno.
En las imágenes, la multitud discute con representantes de la universidad y pide la dimisión de los directores del centro.
Numerosas universidades chinas siguen bajo regímenes de confinamiento en los que los estudiantes deben presentar una petición oficial para salir y las visitas están prohibidas.
La protesta de Nanjing llega días después de que multitudes salieran a las calles de múltiples ciudades chinas reclamando el fin de la política cero covid vigente en el país desde inicios de 2020.
En algunas marchas, integradas mayoritariamente por población joven, algunos incluso pidieron la dimisión del presidente Xi Jinping.
Las protestas tuvieron su reflejo en los centros educativos, con cientos o incluso miles de estudiantes manifestándose en la prestigiosa universidad pekinesa de Tsinghua y en otras instituciones en Xi’an (centro), Cantón (sur) o Wuhan (centro).
– “Poco a poco” –
Las autoridades han sofocado los intentos de protestas posteriores, pero parecen estar respondiendo a algunas de las demandas relajando algunas restricciones.
El martes, las autoridades de Pekín indicaron que los parques, los edificios de oficinas y los comercios, incluidos los supermercados, ya no pedirán a sus visitantes que demuestren una prueba de covid negativa.
Las grandes empresas también recibieron autorización para definir sus propias exigencias en cuanto a los test que debe presentar su plantilla para acudir al trabajo.
Para Xie Shangguang, un estudiante de 22 años en Pekín, estos anuncios “son buenas noticias” porque la capital “recupera la vida”.
“No podemos relajar o bloquear todo de golpe, hay que ir poco a poco”, explica a la AFP.
“Lo único que me da un poco de tristeza es que todavía no podamos ir a un restaurante”, reconoce el joven, que recoge un pedido para llevar en una hamburguesería.
Otra residente, Wu Siqi, también estima que la reapertura debe ser progresiva. “La flexibilización actual ya no está mal”, dice esta mujer de 28 años.
“No puedes decir a la gente de un día para otro que ya no hay necesidad de hacer nada”, añade.
Otras ciudades como Shanghái o Hangzhou también redujeron sus exigencias de test PCR en días recientes.
Y en Cantón, las autoridades piden a los habitantes que se queden en casa si muestran síntomas de covid, un cambio radical respecto a la política vigente que enviaba a los positivos a centros de cuarentena.