AFP
La justicia española autorizó este jueves prorrogar una semana más el toque de queda nocturno en Barcelona y gran parte de la turística Cataluña, la región más afectada por la última ola de contagios en el país, que comienza a mostrar ahora las primeras señales de establización.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña dio luz verde para extender hasta el 6 de agosto esta medida que prohíbe los desplazamientos no esenciales entre la 01H00 y las 06H00 de la mañana (23H00 GMT a 04H00 GMT) en las 163 localidades más afectadas por el virus, indicó la portavoz del gobierno regional, Patricia Plaja.
Esta es la segunda prórroga que solicita el Ejecutivo catalán para alargar esta restricción a la que recurrió a mitad de julio, alarmado ante la explosión de contagios, especialmente entre menores de 30 años, todavía poco vacunados.
Además de recuperar el toque de queda nocturno, que había regido hasta comienzos de mayo, las autoridades catalanas decretaron también el cierre de los espacios interiores de las discotecas, el fin de las actividades nocturnas a las 00H30, así como la limitación de reuniones a un máximo de diez personas tanto en espacios públicos como privados.
El alza de casos tiene sometidos a los hospitales catalanes a una fuerte presión desde hace semanas, con el 45% de las camas de los servicios de cuidados intensivos ocupadas ya por pacientes covid frente al 17% a nivel nacional, según el Ministerio de Sanidad.
Otras regiones españolas restablecieron recientemente restricciones a la vida nocturna o al menos así lo solicitaron a la justicia, como Comunidad Valenciana (este), las Islas Baleares (este) o Andalucía (sur).
A nivel nacional, la incidencia se estabilizó por primera vez desde hace semanas a casi 700 positivos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, según los datos del miércoles, pero con una tasa que sigue siendo cinco veces más alta que hace un mes. En Cataluña, la incidencia continúa por encima de los 1.000 casos.
“Empezamos a ver una cierta estabilización en la curva de contagios”, valoró este jueves el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que reconoció sin embargo que la tendencia aún es “mínima”.
A diferencia de otros países europeos como Francia o Italia, España no contempla instaurar por el momento un pase sanitario nacional para acceder a los lugares con público.
Pero como la sanidad es una competencia autonómica, la región de Galicia (noroeste) sí exige desde hace días un certificado de vacunación o un test negativo para acceder a hoteles o bares, así como la isla de Tenerife en el archipiélago de Canarias. Cataluña, de su lado, se opone por ahora.
España es uno de los países europeos más avanzados en su campaña de inmunización, con el 55,7% de su población completamente vacunada y el 66% ya con una dosis, según los datos oficiales del miércoles.