AFP
Noruega reforzará la seguridad de su frontera con Rusia en el Ártico, incluyendo la presencia de un helicóptero de la policía, y dijo estar dispuesta a cerrarla en caso de necesidad, anunció este viernes el gobierno.
El país escandinavo comparte en el Gran Norte una frontera de 198 kilómetros con su poderoso vecino ruso, y el puesto fronterizo de Storskog es hoy la última puerta de entrada, aún relativamente abierta, al espacio Schengen para los ciudadanos rusos con visado turístico.
“La policía tiene un control sólido en Storskog, y reforzamos ahora nuestra presencia en la zona fronteriza más allá del puesto fronterizo” declaró la ministra noruega de Justicia, Emilie Enger Mehl.
En la práctica, esta decisión se traduce por el despliegue desde este viernes de un helicóptero de la policía para detectar eventuales intentos de paso ilegales en el conjunto de la zona fronteriza
El país escandinavo no ha imitado a su vecino finlandés que, ante una fuerte alza de las entradas desde Rusia, cerró su frontera en la noche del jueves al viernes a los ciudadanos rusos con visado de turismo europeo del espacio Schengen.
“Cerraremos la frontera si ello fuera necesario” precisó sin embargo Mehl.
Noruega, que no es miembro de la Unión Europea (UE) pero pertenece al espacio Schengen, ha dejado prácticamente de otorgar visados turísticos a los ciudadanos rusos desde mayo.