Hamilton Barcenas
La implementación de multas por no utilizar las pasarelas y cruces peatonales en San Salvador ha generado una reacción mixta entre los ciudadanos de la capital salvadoreña. Según el artículo 62 de la ordenanza municipal para la convivencia ciudadana, aquellos que opten por cruzar las calles en cualquier lugar podrían enfrentar multas que oscilan entre los 15 y 50 dólares.
La medida, que ha estado en vigor desde el inicio de la actual administración capitalina, ha sido aplicada con rigor por los agentes del CAM (Cuerpo de Agentes Metropolitanos). Según datos proporcionados por la municipalidad, más de 800 multas han sido impuestas hasta la fecha, junto con 110 llamados de atención.
El director del CAM, quien ha respaldado firmemente esta iniciativa, ha señalado que el objetivo principal de estas multas es fomentar el cumplimiento de las normativas de seguridad vial, promoviendo así una convivencia más ordenada y segura en las calles de San Salvador.
Sin embargo, algunos ciudadanos que optan por cruzar las calles fuera de las pasarelas argumentan tener razones válidas para hacerlo. Para ellos, la falta de acceso a pasarelas cercanas, la ineficiencia de los semáforos tradicionales y la necesidad de ahorrar tiempo son algunas de las justificaciones que esgrimen.
En este contexto, algunos capitalinos sugieren que la solución óptima sería la implementación de semáforos inteligentes que faciliten el cruce peatonal en puntos estratégicos de la ciudad.
La gravedad de las multas queda a discreción del agente que las impone, con la posibilidad de pagar en efectivo o mediante trabajo social. Los infractores tienen un plazo de diez días hábiles para efectuar el pago o apelar ante la delegación contravencional de la municipalidad.
La polémica en torno a estas multas continúa dividiendo opiniones en San Salvador, mientras las autoridades municipales sostienen que estas medidas son necesarias para garantizar la seguridad y el orden en las calles de la capital salvadoreña.