Alex Jiménez
En los últimos cuatro meses, la vida de Juana María Mejía ha sido una montaña rusa de desafíos y perseverancia. Todo comenzó el 26 de septiembre, cuando se sometió a una cirugía para extirpar su vesícula debido a cálculos que le causaban un intenso dolor. Sin embargo, apenas tres días después, su salud tomó un giro inesperado.
Debido a complicaciones postoperatorias, María regresó al médico, quien decidió realizar una segunda cirugía. Lamentablemente, esta intervención resultó en la lesión de los conductos biliares. Lo que se suponía que debía ser una operación para sellar la situación empeoró cuando se reveló la gravedad de su estado. El médico informó a María que su situación era crítica y la instó a dirigirse de inmediato al Hospital Rosales.
En el Rosales, María se encontró con la difícil realidad de depender de un especialista en el área afectada por la cirugía anterior. Los médicos y enfermeras, con un tono grave, le pidieron que “orara por un milagro, ya que solo eso podría salvarla”. Mejía dice que confió en”la mano de Dios para superar esta situación”.
Después de pasar días en cuidados intensivos y recibir el alta, María regresó a casa en Dulce Nombre de Maria, Chalatenango Con la esperanza de recuperarse para someterse a una nueva cirugía que restauraría su vida a la normalidad. Sin embargo, los desafíos persisten, y la falta de recursos económicos la mantiene atada de pies y manos. La nueva intervención quirúrgica tiene un costo de 5 mil dólares, una suma que María no puede costear.
Además, lleva consigo un dreno en el estómago, una señal visible de los desafíos que enfrenta diariamente. El cuerpo de María rechaza el dreno, y las suturas se desgarran, complicando aún más su situación. A pesar de acudir a fosalud en busca de ayuda, el temor de los médicos a abordar su situación delicada ha limitado las opciones disponibles.
María, sin embargo, se aferra a la esperanza y la fe, inspirada por el amor hacia sus 4 hijos, quienes son su razón de vivir. Aunque la nueva cirugía pendiente representa un camino empinado, María sigue luchando, con la confianza de que Dios la guiará hacia una recuperación exitosa. Sus conocidos señalan que su historia es un testimonio de fortaleza y determinación para superar las adversidades.
Si desea apoyar a esta mujer puede comunicarse con ella al número 77980876