AFP
Expertos de la ONU indicaron este lunes que han recibido “información creíble” respecto a que los presos de minorías étnicas, lingüísticas y religiosas son objeto de extracciones forzadas de órganos en China.
Estos expertos, que cuentan con un mandato de la ONU pero no hablan en su nombre, afirman que están “extremadamente alarmados” con esta información.
De acuerdo a la tradición china, cuando una persona muere, es enterrada sin mutilaciones y muy pocos chinos aceptan la extirpación de órganos.
China es frecuentemente acusada por miembros de la proscripta secta Falun Gong, de practicar la extracción forzada de órganos a sus seguidores que están encarcelados. Pekín siempre ha negado rotundamente estas acusaciones.
En un comunicado, los relatores especiales y los expertos del Grupo de trabajo de la ONU sobre detenciones arbitrarias señalan que estas extracciones de órganos se realizan también a uigures, tibetanos, musulmanes y cristianos, presos en China.
“Las sustracciones forzadas de órganos en China parecen estar dirigidas a miembros de minorías étnicas, lingüísticas o religiosas determinadas que se encuentran detenidos, muy a menudo sin que se les expliquen las razones de su arresto o sin una orden de tal”, señalaron los expertos.
De acuerdo a las denuncias recibidas, los órganos extraídos con mayor frecuencia a los presos son corazones, riñones, hígados, córneas y, a veces trozos de hígado.
Además señalan que este asunto ya fue planteado con anterioridad a Pekín por otros expertos en derechos humanos de la ONU, en 2006 y 2007, sin éxito.