Hamilton Barcenas
El uso de la bicicleta es una alternativa saludable que no solo promueve una buena salud personal, sino que también contribuye a la reducción de la contaminación ambiental en comparación con el uso de vehículos particulares, transporte público o motocicletas.
En vista de los cada vez más evidentes efectos del cambio climático, como las lluvias torrenciales, los cambios abruptos de clima y los desastres naturales, algunos expertos consideran que el uso de la bicicleta adquiere una importancia crucial. Los altos niveles de contaminación están llevando al mundo por un camino que algunos consideran irreversible.
En la capital de El Salvador, se han construido varias ciclovías para incentivar a los ciudadanos a adoptar la bicicleta como medio de transporte. Esto se vuelve esencial dado que la cantidad de vehículos en circulación ha superado la cifra de 1.7 millones, solo en San Salvador.
Cada día, más personas se suman al uso de la bicicleta, ya sea por razones de salud, diversión o como medio de transporte diario. Las ciclovías han sido debidamente señalizadas para garantizar que los conductores respeten a los ciclistas mientras circulan por el Gran San Salvador.
Organizaciones como el Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (CESTA) reconocen la necesidad de promover eventos que motiven a los salvadoreños a utilizar la bicicleta como una forma de contrarrestar los efectos del cambio climático.