AFP
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó este jueves el uso preponderante del dólar en el comercio global y acusó al Fondo Monetario Internacional de “asfixiar” economías como la argentina, en el primer día de su viaje a China.
El dirigente izquierdista, cuyo gobierno anunció recientemente un acuerdo con Pekín para comerciar con sus propias monedas -dejando de lado el dólar como intermediario-, está en China para impulsar los lazos económicos con el principal socio comercial de Brasil y afirmar que su país “está de regreso” a la escena internacional.
“¿Por qué todos los países están obligados a hacer su comercio amarrados al dólar? (…) ¿Quién decidió que el dólar sería la moneda (global)?”, dijo Lula al participar en la toma de posesión de la exmandataria brasileña Dilma Rousseff (2011-2016) al frente del banco de los BRICS (Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica).
“Hoy un país necesita correr detrás del dólar cuando podría exportar en su moneda propia” (…) ¿Por qué un banco como el de los BRICS no puede tener una moneda que pueda financiar la relación comercial entre Brasil y China, entre Brasil y otros países de los BRICS?”, añadió.
Nigel Chalk, subdirector del Departamento para las Américas del FMI, descartó que haya un “gran plan detrás de esto, sino es más como un resultado determinado por el mercado”, en una rueda de prensa con motivo de la publicación de las nuevas perspectivas de crecimiento para América Latina y el Caribe.
“Para que una moneda sea utilizable, tanto en el comercio como en las finanzas, debe haber muchos fundamentos institucionales que lo respalden” como un mercado financiero sólido y disponibilidad de fondos, añadió, diciendo que una vez una vez que se tiene es “muy difícil alejarse de ese ecosistema porque hay que crear muchas estructuras de apoyo para alejarse”.
Pero “no es imposible de hacer, es algo factible”, añadió, poniendo como ejemplo el renminbi chino.
Lula lanzó también duros cuestionamientos contra el FMI aludiendo a acusaciones de que la institución con sede en Washington impone cortes draconianos al gasto público en países en dificultades como Argentina a cambio de préstamos.
“Ningún banco puede estar asfixiando las economías de países como está haciendo ahora en Argentina el FMI o como hicieron con Brasil durante tanto tiempo y con todos los países del tercer mundo”, afirmó.
“Ningún gobernante puede trabajar con un cuchillo en la garganta porque (su país) tiene deudas”.
Chalk aseguró no obstante que el FMI está “para apoyar el programa de autoridades en Argentina” que lo han calibrado “de una forma que creen que es la mejor manera de hacerlo para sus propias circunstancias internas”.
“Brasil de regreso”
Desde su regreso al poder el 1 de enero, el líder izquierdista busca reubicar a Brasil “en la nueva geopolítica mundial” y dejar atrás el aislacionismo de su predecesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro.
El viernes se encontrará con su homólogo Xi Jinping en Pekín, luego haber viajado a Washington en febrero y a Argentina en enero. La visita a China estaba prevista del 25 al 31 de marzo, pero tuvo que postergarla por una neumonía.
“La época en que Brasil estaba ausente de las grandes decisiones mundiales ya es cosa del pasado. Estamos de regreso en la escena internacional después de una ausencia inexplicable”, dijo en su primer acto oficial en Shanghái, a donde llegó la noche del miércoles.
“Brasil está de regreso”, insistió durante el acto en el banco de los BRICS.