AFP
Los países en vías de desarrollo exigieron conjuntamente este jueves la creación rápida de algún tipo de fondo para las pérdidas y daños causados por el cambio climático, a un día del cierre oficial de la conferencia del clima de la ONU (COP27) en Egipto.
“Consideramos que la creación de un fondo de pérdidas y daños es una respuesta adecuada” al sufrimiento que están causando los fenómenos meteorológicos extremos, declaró en rueda de prensa Francisco Javier Canal Albán, viceministro de Ordenamiento Ambiental del Territorio colombiano.
“Existe un imperativo moral y de justicia climática”, añadió.
La rueda de prensa, convocada en plenas negociaciones de la COP27, reunió al grupo más grande de países del sistema de la ONU (G77, con 134 miembros), a los países menos desarrollados (LDC), a los de las islas (AOSIC) y a ocho países latinoamericanos integrantes de la AILAC (Asociación Independiente de América Latina y el Caribe).
La COP27 debe cerrarse “como mínimo con una declaración política” de compromiso con la creación de ese fondo o mecanismo, una vieja aspiración de los países del Sur, añadió la ministra de Cambio Climático de Pakistán, Sherry Rehman.
La discusión sobre ese fondo fue abierta en la COP26 de Glasgow, hace un año. Oficialmente los casi 200 países negociadores tienen aún dos años por delante para alcanzar un acuerdo.
Los países desarrollados, en especial Estados Unidos, no quieren la creación de un nuevo fondo especialmente dedicado al espinoso asunto de las compensaciones por las consecuencias de la industrialización y la emisión de gases de efecto invernadero.
“Retrasar la justicia climática sería negar la justicia”, agregó Rehman.
“Sin embargo, abandonar las negociaciones sería prematuro”, añadió la paquistaní.
No solamente el fondo es necesario, sino que “hay un problema de talla” con el dinero que hay que desembolsar, añadió Malcom Stufkens, subsecretario de Ambiente del gobierno hondureño, también miembro de la AILAC.
Ante la aceleración de los efectos del cambio climático, los países en desarrollo deben profundizar las medidas de adaptación, de mitigación de emisiones, de transición energética.
Algunos observadores calculan que eso equivale a un gasto de 580,000 millones de dólares en 2030.
“Hay suficiente capital en el mundo y en las bolsas (…) para cerrar esa brecha” aseguró Stufkens.
“Me frustra el hecho de que los compromisos políticos no se hayan traducido en acciones”, criticó el ministro de Medio Ambiente de Antigua y Barbuda, Molwyn Joseph.