AFP
La mayoría de los países desarrollados tienen ambiciones climáticas incompatibles con los objetivos del Acuerdo de París, que busca limitar el calentamiento del planeta a un máximo de 1,5 º C, según un estudio publicado este martes.
La página web Paris Equity Check evaluó las denominadas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC en inglés).
Esas NDC equivalen a los compromisos de reducción de gases de efecto invernadero de los casi 200 países que firmaron el Acuerdo de París de 2015.
Esas NDC deben ser actualizadas cada 5 años.
El objetivo del acuerdo era mantener el calentamiento “muy por debajo de 2 ºC” respecto a la era preindustrial, y en lo posible a 1,5 ºC.
En su última evaluación de los compromisos, Paris Equity Check considera que “la mayoría de los países desarrollados” aún están lejos de ajustarse a este ambicioso límite de 1,5 ºC, que fue reafirmado durante la COP26 de Glasgow el año pasado y la COP27 en Egipto este año.
Entre los países ricos, los compromisos de la Unión europea se ajustan a un calentamiento de 2,3 o 2,5 ºC de aquí a finales de siglo, y los de Estados Unidos de 3 o 3,4 ºC. Estas cifras provienen de datos científicos actualizados en noviembre y de datos del grupo de investigación Climate Action Tracker.
En América, Brasil se ajustaría a un calentamiento de 2,1 o 2,9 ºC, y México de 2,7 o 3,2 ºC. Un poco menos ambiciosos, los compromisos de Chile se ajustarían a un calentamiento entre 3,2 y 4 ºC, y Argentina de 3,9 ºC.
Esos países están sin embargo lejos del potencial calentamiento catastrófico de países emergentes como China, Rusia o Turquía, de 5 ºC o más.
Son los países más pobres, esencialmente de África subsahariana, los que más se ajustan al Acuerdo de París. Su desafío será mantener sus compromisos cuando despeguen económicamente, después de 2030.
“Esta evaluación muestra la importancia del apoyo internacional y de la colaboración para que el Sur global no tenga que recurrir a un desarrollo tan intensivo en carbono como los países del Norte”, dijo Yann Robiou de Pont, investigador de Paris Equity Check.
“El desafío para el Norte es desarrollar e implementar opciones rápidas para mitigar (las emisiones), y proporcionar un apoyo suficiente y justo. El desafío para el Sur es seguir siendo verde después de 2030”, resumió.