Redacción: William Aguilar
Pese a que las lluvias y vientos no han causado mayores estragos en la zona oriental, se han habilitado albergues en San Miguel y se monitorea el río Grande ante un posible desborde.
El alcalde Miguel Pereira, verificó las condiciones de los albergues del cantón Jalacatal y el brazo de ese municipio.
Habitantes del cantón Anchila de Concepción Batres en Usulután, también están preocupados porque sus viviendas están ubicadas a las riberas del río Grande. Y para evitar tragedias, expertos del Ministerio de Medio Ambiente con equipo especializado verificaron el crecimiento del caudal del río.
Por ahora la situación se mantiene normal, pero quienes viven en dicha zona, siguen sin dormir tranquilos hasta que la emergencia por las lluvias termine.