AFP
¿La píldora abortiva podría prohibirse en todo Estados Unidos? Un juez conservador debe pronunciarse próximamente sobre la autorización concedida hace más de dos décadas de un fármaco actualmente utilizado para más de la mitad de los abortos en el país.
Al acercarse la fecha de esa decisión, prevista a partir del 24 de febrero, crece la preocupación en las filas de los defensores del derecho al aborto.
“Un simple juez federal de Texas (…) podría dictar una prohibición nacional de la píldora abortiva. Sus efectos obviamente serían devastadores”, comentó Jenny Ma, abogada del Centro de Derechos Reproductivos.
En concreto, los opositores al aborto demandaron en noviembre a la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) acusándola de haber autorizado en 2000 la mifepristona (o RU 486), una de las dos píldoras utilizadas en las interrupciones médicas de un embarazo.
“La FDA le falló a las mujeres y niñas cuando prefirió la política a la ciencia y aprobó el uso de un químico para el aborto en Estados Unidos”, dijeron los demandantes, representados por la organización cristiana Alliance Defending Freedom (ADF).
Acusando a la FDA de haberse “excedido en sus prerrogativas”, pidieron al juez que impusiera una orden judicial inmediata para retirar la mifepristona de la lista de medicamentos aprobados por la FDA.
La FDA instó al juez a rechazar esa solicitud.
“El interés público se vería dramáticamente dañado si se retirara efectivamente del mercado un fármaco seguro y efectivo que ha estado legalmente en el mercado durante 22 años”, dijo el organismo regulador de los medicamentos.
La mifepristona se usa en combinación con otro medicamento llamado misoprostol y su uso está aprobado en los Estados Unidos hasta las 10 semanas de embarazo.
Los abortos con medicamentos representan el 54% de todos los abortos en Estados Unidos, según el Guttmacher Institute, un grupo de investigación y políticas de salud reproductiva.
Los opositores al aborto presentaron el recurso en Amarillo, Texas, donde el único juez federal, Matthew Kacsmaryk, designado por el expresidente republicano Donald Trump, es conocido por sus posiciones ultraconservadoras.
Desde que la Corte Suprema de Estados Unidos anuló el derecho constitucional al aborto en junio de 2022, quince estados han prohibido las interrupciones de embarazo en su territorio.
Allí las píldoras abortivas son ilegales. Pero las residentes embarazadas pueden viajar a los estados vecinos para obtener el fármaco, un procedimiento más simple que una cirugía.
El fallo del juez puede ser apelado, y si así fuera sería examinado por la corte federal de apelaciones de Nueva Orleans, también conocida por su conservadurismo.
Por lo tanto, el caso podría terminar nuevamente ante la Corte Suprema de Estados Unidos que, desde su remodelación por parte de Trump, tiene clara mayoría conservadora (seis a tres).