La salud mental en El Salvador: estrés, y su impacto en niños y adultos

Javier Ponce

En algún momento de su vida, es probable que haya prestado atención a su salud mental y comprenda los diferentes escenarios que pueden influirla. En esta nota, explicaremos la relación entre la salud mental y el estrés, así como su impacto en niños y adultos.

Una persona con buena salud mental se siente equilibrada emocionalmente, psicológicamente y socialmente. Sin embargo, el estrés, un elemento común en la vida cotidiana, puede afectar profundamente nuestros pensamientos, emociones y comportamientos. El estrés crónico puede llevar a problemas de salud mental, como la ansiedad, la depresión y trastornos del sueño.

La experta en atención a niños, Marta de Erazo, enfatiza que el caos vehicular en El Salvador puede ser una fuente significativa de estrés, ansiedad y frustración tanto en niños como en adultos.

El tráfico puede ser estresante y, lamentablemente, es una parte común de nuestra vida diaria. Este estrés no solo puede afectar nuestro estado de ánimo, sino que también tiene repercusiones en nuestra salud mental, pudiendo desencadenar problemas como la ansiedad, la depresión y trastornos del sueño.

Marta de Erazo también destaca la importancia del descanso adecuado para los niños. Un buen descanso no solo les permite recargar energías, sino que también contribuye a procesar la información que han aprendido, fortaleciendo su capacidad de aprendizaje.

En cuanto al uso de dispositivos electrónicos, como tabletas y teléfonos celulares, por parte de los niños, la experta advierte que su uso excesivo con fines recreativos puede tener un impacto negativo en su comportamiento. Sorprendentemente, solo el 10 % de los niños en El Salvador utiliza estos dispositivos para fines educativos, mientras que el 90 % los utiliza con fines recreativos. El abuso de estos dispositivos puede generar problemas como ansiedad, depresión, falta de atención y trastornos del sueño.

Es importante reflexionar sobre cómo abordamos el estrés en nuestras vidas, especialmente cuando afecta nuestra salud mental y la de nuestros seres queridos, incluyendo a los más jóvenes de la familia.