La mayor conferencia sobre el cambio climático se abre en Dubái

AFP

La mayor conferencia sobre el cambio climático de la historia se abre este jueves en Dubái en medio de una cascada de récords y fenómenos meteorológicos inquietantes en el mundo.

La cooperación entre naciones será puesta a prueba en esta COP28 que anunció cerca de 97.000 inscritos, más del doble que la anterior cita.

Además de las discusiones en torno a temas como las finanzas del clima, o los compromisos de cada país para luchar contra las emisiones de gases de efecto invernadero, planean sobre esta cita el conflicto entre Israel y Hamás y la guerra en Ucrania.

La COP28 se celebra a lo largo de 13 días en el enorme parque de exposiciones emiratí, la séptima potencia petrolera mundial, lo que ha provocado fuertes críticas de organizaciones ecologistas y observadores.

A la cita deberían acudir entre otros el rey Carlos III, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el colombiano Gustavo Petro o el español Pedro Sánchez.

En cambio, el papa Francisco tuvo que anular finalmente su presencia por recomendación médica, a causa de una gripe.

Una vez adoptada la agenda de la conferencia, Dubái acogerá durante dos días, el viernes y sábado, a más de 140 líderes mundiales. 

El presidente israelí, Isaac Herzog, y el jefe de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, han confirmado su presencia.

Y también debería pronunciarse ante esta cumbre climática el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, mientras que el presidente ruso Vladimir Putin estará ausente, aunque su país se muestra activo en las tensiones que rodean la cita.

– El año más cálido – 

El año 2023 será según todos los indicios el más cálido de la historia. 

Y el mundo emitió este año más gases de efecto invernadero (que provocan el calentamiento) que nunca.

La temperatura media el año pasado ya estaba en +1,15 ºC respecto a la era preindustrial.

El objetivo ideal sería limitar ese aumento a 1,5 ºC.

Ese fue el punto central del histórico Acuerdo de París  de 2015 (COP21).

Y ese documento es el que ha ido marcando la pauta, aunque con altibajos, del combate contra el cambio climático.

– El primer balance –

La comunidad internacional hizo en septiembre su primer balance de compromisos de reducción de emisiones y de medidas de adaptación y mitigación ante el cambio climático, como pedía el Acuerdo de París.

El fenómeno está provocando, según los climatólogos, fenómenos extremos, como sequías, lluvias torrenciales y el aumento del nivel del mar.

En esta COP28 se debe fijar un refuerzo de esos compromisos nacionales (NDC por sus siglas en inglés), pero las diferencias son profundas entre los países más emisores y los que más sufren las consecuencias.

Las decisiones en cada COP se deben tomar por consenso.

Una buena noticia podría llegar esta misma jornada con la aprobación unánime de la estructura de un Fondo de daños y pérdidas causados por el cambio climático.

Ese reclamo de los países del Sur fue duramente peleado durante años.

Según el borrador del texto, ese Fondo estará integrado en el seno del Banco Mundial.

Los primeros aportes podrían llegar esta misma semana.

Pero esa luz de esperanza palidece ante los nubarrones de las negociaciones, por ejemplo ante cómo mencionar la salida de los combustibles fósiles.

Según los climatólogos, para cumplir con el objetivo de una neutralidad cero de emisiones de aquí a mediados de siglo, hay que reducir drásticamente, a un ritmo mucho más elevado, el uso del petróleo, el gas y el carbón.

Los negociadores llevan años discutiendo en el seno de la COP sobre si hay que hacer un llamado al “abandono total” de los combustibles fósiles, o “gradual”.

La presidencia emiratí de esta conferencia provoca suspicacias.

El presidente de la compañía petrolera emiratí, Sultan Ahmed Al Jaber, es el responsable de la COP28, y esta semana fue acusado de haber utilizado sus prerrogativas para cerrar acuerdos petroleros con otros países.

“Es un intento de sabotear el trabajo de la presidencia de la COP28”, replicó Jaber, ante esas filtraciones publicadas por la BBC y una organización denominada Centro de Periodismo Climático.