AFP
La inflación volvió a moderarse en Estados Unidos en febrero, cuando en 6% marcó su nivel más bajo a 12 meses desde hace un año y medio.
La información se conoce en un contexto de dificultades para la Reserva Federal (Fed, banco central), bajo presión por la quiebra del banco SVB y otras dos entidades antes de su reunión de política monetaria de la semana que viene para definir cuánto aumentará sus tasas de interés de referencia.
El dato de 6 % de aumento de precios en un año está en línea con lo esperado por los analistas, y se compara con el 6,4 % de enero, de acuerdo al índice de precios al consumo IPC (CPI por sus siglas en inglés) publicado el martes por el Departamento de Trabajo.
En la comparación mes sobre mes, el incremento de precios fue de 0,4%, también en línea con las expectativas de los analistas, tras un repunte en enero.
Igualmente, a pesar de que este fue el aumento interanual más pequeño desde septiembre de 2021, el nivel de aumento de precios se mantiene muy por encima del objetivo a largo plazo de 2% de los encargados de la política monetaria.
Se trata además del octavo mes consecutivo de caída del dato de inflación desde el máximo de 9,1% a 12 meses en junio pasado.
“La inflación CPI registró la variación esperada, pero la inflación subyacente [que no incluye precios volátiles como alimentos y energía] se mostró por encima de lo esperado”, matizó Rubeela Farooqi, economista jefe de HFE.
En la comparación mensual, este dato más duro de inflación mostró una variación de precios al alza de 0,5% frente a 0,4% entre diciembre y enero. En un año, sin embargo, se moderó a 5,5%, su nivel más bajo desde diciembre de 2021.
“El índice de vivienda fue el que más contribuyó” al incremento de precios “representando más del 70% del aumento”, dijo el departamento en un comunicado.
Alimentación, ocio y compras de equipamiento para el hogar contribuyeron también al alza de precios.
Los precios de la energía, que se dispararon por la guerra en Ucrania desde marzo pasado, siguen a la baja, de 0,6% comparado con enero. En un año sin embargo, están 5,2% más caros.
La Fed ha llevado a cabo una campaña agresiva para controlar la inflación galopante, elevando las tasas de interés ocho veces desde principios del año pasado para enfriar la economía y moderar la demanda.