AFP
Michelle Bolsonaro, esposa del presidente brasileño Jair Bolsonaro, dio positivo de coronavirus este jueves, días después de que el mandatario anunciara en las redes sociales que está curado de la enfermedad.
En un breve comunicado, el equipo de prensa de la Presidencia anunció que la primera dama de Brasil, de 38 años, “dio positivo a la covid-19 este jueves” y aseguró que “presenta un buen estado de salud” y que seguirá todos los protocolos establecidos”.
El mandatario, de 65 años, anunció el pasado 7 de julio que estaba contagiado del virus, y cuatro días después Michelle Bolsonaro anunció que ella y sus dos hijas (una de ellas fruto de una relación anterior) dieron negativo en el test.
El mandatario ultraderechista cumplió durante varias semanas su agenda aislado en el Palacio de Alvorada, su residencia oficial en Brasilia, pero mantuvo su postura escéptica y desafiante ante la pandemia, a la que llegó a calificar de “gripecita”.
El pasado sábado anunció que dio negativo y se reencontró con simpatizantes en Brasilia. Este jueves, en su primer evento público desde su restablecimiento, en el estado nordestino de Piauí, provocó una aglomeración de sus simpatizantes y se quitó durante unos instantes la mascarilla.
Brasil registra desde hace casi un mes un promedio semanal de más de mil muertes diarias por la covid-19 y es el segundo país más afectado por la pandemia (detrás de Estados Unidos), con 2,5 millones de personas contagiadas y más de 90.000 fallecidas.
También este jueves, el ministro de Ciencia y Tecnología, Marcos Pontes, se convirtió en el quinto ministro brasileño en dar positivo al virus, después de los de Seguridad Institucional, Minas y Energía, Ciudadanía y Educación. Solo el de Educación, Milton Ribeiro, llegó a estar internado este mes durante dos días, por un “inicio de neumonía”.
Bolsonaro, que advierte que los “efectos colaterales” de las medidas de confinamiento podrían resultar “peores que la enfermedad”, asegura que poco después de su diagnóstico comenzó a tomar hidroxicloroquina, un medicamento cuya eficacia para tratar la covid-19 no está comprobada científicamente.