La COP26 busca limitar el uso de carbón y la financiación de energías fósiles

AFP

En un nuevo intento de acuerdo entre casi 200 países para intensificar el combate contra el calentamiento, la COP26 de Glasgow llamó este viernes a suprimir progresivamente la energía producida con carbón “sin mitigación” y “las ineficaces subvenciones a los combustibles fósiles”.

Los delegados de 194 países reunidos en la ciudad escocesa desde el 31 de octubre tienen como misión determinar cómo cumplir los compromisos del Acuerdo de París.

Este fijó en 2015 el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global por debajo de +2 ºC a finales de este siglo respecto a la era preindustrial, e idealmente al más seguro +1,5 ºC, para evitar las devastadoras catástrofes naturales que implica cada décima de grado adicional.

Tras dos semanas de intensas negociaciones, la COP26 debía terminar oficialmente este viernes, pero dados los desacuerdos es probable que se prolongue el fin de semana.

“Todavía no lo hemos logrado” pero “vamos a lograrlo”, afirmó entrando a una reunión clave el enviado especial estadounidense John Kerry, cuyo país volvió a la negociación climática este año de la mano del presidente Joe Biden tras su repliegue durante el mandato de Donald Trump.

Buscando un terreno común, un segundo borrador de resolución, aún provisional, publicado por la mañana pidió a los países “la supresión progresiva de la energía producida con carbón sin mitigación y de las ineficaces subvenciones a los combustibles fósiles”.

Las centrales eléctricas a base de carbón “sin mitigación” son aquellas que no utilizan tecnología de captura de CO2 para compensar parte de los gases que emiten a la atmósfera.

Se trata de una mención sin precedentes a estos combustibles, incluidos el gas y el petróleo, ampliamente responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento del planeta.

Sin embargo, su formulación es más suave que la del primer borrador, que pedía simplemente “acelerar el abandono del carbón y la financiación de los combustibles fósiles”.

– Más ambición para 2022 –

Vanessa Pérez-Cirera, responsable de la oenegé ecologista WWF, lamentó que “el borrador revisado haya retrocedido en áreas claves”. 

“Ante la emergencia climática, habíamos considerado el texto anterior como el umbral absoluto y esperábamos que este fuera más fuerte y concreto”, subrayó.

Se congratuló sin embargo de que “el aumento a corto plazo de los compromisos climáticos para 2022 siga figurando en el texto, aunque todavía sea insuficiente para el objetivo de +1,5 ºC”.

Según un mecanismo establecido en 2015, los países deben revisar sus objetivos cada cinco años, la próxima vez en 2025.

Pero, desde su llegada a Glasgow, las naciones más vulnerables insistieron en que las revisiones se hagan anualmente.

El primer borrador de resolución, publicado el miércoles, llamó a los países a “revisar y fortalecer” sus planes de descarbonización para el próximo año.

Sin embargo, Pérez-Cirera consideró que “esto debe ir acompañado de una acción a corto plazo”.

Por ejemplo, sugirió, eliminando “los billones que se gastan anualmente en subvencionar los combustibles fósiles, que podrían servir para alcanzar los 100.000 millones de dólares” anuales prometidos desde 2009 en ayudas a las naciones desfavorecidas y aún sin lograr.

– Hay que hacer más –

Las emisiones de gases de efecto invernadero desde la Revolución Industrial ya provocaron un aumento la temperatura de +1,1 ºC y sus caóticas consecuencias, incluidas sequías e inundaciones, no harán más que agravarse provocando el surgimiento de millones de refugiados climáticos, advierten los expertos.

En los primeros diez días de la COP26 no cesaron de llover pomposos anuncios: nuevos objetivos de India -cuarto emisor mundial-, promesas de cesar la deforestación en 2030 y emitir un 30% menos de metano, gas con 80 veces más efecto invernadero que el CO2.

Incluso China y Estados Unidos, primer y segundo emisores mundiales, acordaron inesperadamente reforzar conjuntamente la lucha contra el cambio climático pese a sus profundas desavenencias en otros campos. 

Sin embargo, la ONU advirtió que con todo esto el planeta sigue encaminado a un “catastrófico” calentamiento de +2,7 ºC y que se debe hacer más.