AFP
La recesión prevista en Rusia este año y el siguiente será menos fuerte que lo proyectado gracias a las exportaciones de crudo y a que la demanda interior se mantendrá relativamente estable, estimó este martes el FMI, pese a las sanciones por el conflicto en Ucrania.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el PIB de Rusia se contraiga un 3,4% en 2022 frente a una proyección hecha en julio que calculaba una caída del PIB de 6%.
“La contracción de la economía rusa es menos severa a lo previsto, reflejando la resiliencia de las exportaciones de petróleo y la demanda interior con un apoyo mayor de las políticas presupuestarias y monetarias, y con un restablecimiento de la confianza en el sistema financiero”, destacó la institución en su informe semestral.
Desde el inicio de la intervención rusa en Ucrania el 24 de febrero, los países occidentales tomaron una serie de sanciones para lastrar financiera y económicamente a Rusia.
Pero el Fondo estima que desde entonces el Banco Central de Rusia adoptó la postura “correcta” con una política monetaria restrictiva que limita con fuerza el intercambio de divisas.
El FMI destacó que si bien las empresas europeas y estadounidenses reducen sus compras de petróleo ruso, el crudo está siendo vendido a China e India a un precio inferior al índice Brent, lo que apoya con fuerza el crecimiento de Rusia.
Para 2023, el FMI anticipa que la economía siga en recesión, con una contracción de 2,3%, un panorama mejorado con respecto a lo pronosticado en julio (-3,5%).