AFP – Óscar Flores
La futbolista española, Jenni Hermoso, ha negado haber consentido el beso del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, quien rechazó dimitir durante una Asamblea Extraordinaria de la RFEF, a pesar de la polémica en torno al beso.
En un comunicado emitido por su sindicato Futpro, Hermoso afirmó: “En ningún momento consentí el beso que me propinó”. Esta declaración contrasta con la descripción de Rubiales, quien calificó el beso como “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido”.
Hermoso también compartió que se sintió “vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte”. Además, reveló haber experimentado presiones para ayudar a rebajar la presión sobre Rubiales.
En el mismo comunicado, firmado por unas ochenta jugadoras y exjugadoras, incluidas las campeonas del mundo, se amenaza con no volver a representar a la selección si no se producen cambios. El comunicado expresa: “Todas las jugadoras que firman el presente escrito no volverán a una convocatoria de la selección si continúan los actuales dirigentes”, solicitando cambios estructurales y respuestas contundentes por parte de las autoridades hacia Rubiales.
Este desmentido de Hermoso y las reacciones de sus compañeras se produjeron poco después de la negativa de Rubiales a dimitir durante la asamblea extraordinaria de la RFEF. A pesar de haber pedido “perdón sin paliativos” por su comportamiento, insistió en que el beso a Hermoso fue “consentido”.
Las imágenes del beso y otros gestos de Rubiales en la final del Mundial femenino generaron una amplia discusión en el mundo del fútbol y más allá.