Representantes israelíes y palestinos se acusaron mutuamente de “genocidio” este lunes, en relación con la guerra en la Franja de Gaza, durante una sesión en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra.
“Los ataques [perpetrados por] Hamás el 7 de octubre estuvieron motivados por una ideología genocida”, declaró Yeela Cytrin, consejera jurídica de la misión israelí en Ginebra, ante los diplomáticos reunidos en la sede europea de la ONU.
La representante palestina Dima Asfour afirmó por su parte que “la catástrofe de origen humana” resultante de los bombardeos masivos y de la ofensiva terrestre del ejército israelí en la Franja de Gaza eran “un caso de genocidio de manual”.
Las acusaciones se producen en vísperas del 75º aniversario de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 9 de diciembre de 1948.
Fue el primer tratado de derechos humanos de la historia de Naciones Unidas, anterior a la Declaración Universal de Derechos Humanos y puso el horror del Holocausto de relieve.
Pero “75 años más tarde, los judíos siguen siendo blanco de ataques y aún sienten la violencia del antisemitismo y el odio hacia los judíos”, declaró Cytrin.
La consejera denunció también la “explosión del antisemitismo” en línea, incluso antes del ataque del 7 de octubre, en el que milicianos de Hamás mataron a cerca de 1.200 personas en el sur de Israel, según las autoridades.
Los bombardeos israelíes de represalia dejaron más de 15.800 muertos hasta ahora en la Franja de Gaza, según Hamás, que gobierna el estrecho territorio.
Asfour, la representante palestina, denunció que “en las últimas ocho semanas, tras emitir públicamente llamamientos genocidas, Israel comenzó a lanzar toneladas de explosivos con un enorme poder destructivo sobre Gaza”.
“Las primeras señales de un genocidio deben incitarnos a actuar”, declaró, refiriéndose a la Convención sobre el Genocidio.
La representante también alertó sobre una “amplia campaña de represión digital” destinada, según ella, a silenciar las voces palestinas.