Iota se degrada a tormenta tropical causando destrozos en Nicaragua y Honduras

AFP

Iota se degradó este martes a tormenta tropical después de azotar con fuertes lluvias y vientos a Nicaragua, donde miles de personas quedaron incomunicadas, sin agua ni luz, mientras continúa su avance por una Centroamérica devastada hace dos semanas por el ciclón Eta.

Tras tocar tierra el lunes en Nicaragua como huracán categoría 5 (la máxima en la escala Saffir-Simpson), ahora “Iota se degradó a tormenta tropical, con vientos máximos sostenidos de 105 km/h”, en el norte de Nicaragua, informó el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).

El ciclón cambió su rumbo norte y se orientó hacia el oeste, con lo que debía ingresar a la vecina Honduras al final del martes, indicó el organismo hondureño de protección civil de la vecina Honduras (Copeco).

El paso de Iota deja hasta ahora cuatro muertos, incluyendo dos niños que fallecieron al intentar cruzar un río en el sudeste de Nicaragua, informó la primera dama Rosario Murillo.

Este lunes se reportó un muerto en la isla colombiana de Providencia, y otro este martes en la comunidad indígena panameña de Ngäbe Buglé.

Más fuerte que Eta, Iota llegó a Nicaragua como huracán con vientos máximos de 260 km/h, según un informe del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), pero luego comenzó a perder fuerza.

Inundaciones repentinas y crecidas de ríos que amenazan la vida de los pobladores se continuarían registrando hasta el jueves en partes de Centroamérica debido a las lluvias provocadas por Iota, advirtió la NHC.

Y en Honduras, Nicaragua y Guatemala esos fenómenos “podrían verse exacerbados por los efectos recientes del huracán Eta”, que tocó tierra el 3 de noviembre también en el Caribe nicaragüense y dejó al menos 200 muertos y 2,5 millones de afectados en Centroamérica.

En Bilwi, principal ciudad del Caribe Norte de Nicaragua, hay “caída de árboles, de postes de luz del tendido eléctrico, de techos de casas que salieron por el aire y un hotel que perdió todo el techo”, dijo el director del Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), Guillermo González. 

– Sin comunicación –

El ministro nicaragüense de Infraestructura, Denis Moncada, dijo que brigadas intentan despejar 497 árboles que cayeron sobre carreteras en los municipios caribeños de Rosita, Siuna y Bonanza. 

Indicó que en la costa del Pacífico hay cortes de vías, principalmente en el departamento sureño de Rivas, sobre la carretera Panamericana, por el desborde del río Ochomogo. 

Sinapred informó que 48.000 personas fueron evacuadas en Nicaragua, la mayoría en el Caribe Norte. 

Pero se desconoce la magnitud real de los daños causados por Iota en la zona debido a que la comunicación con Bilwi ha sido interrumpida.

La estatal nicaragüense de Telecomunicaciones (Telcor) informó en una nota de prensa que hay “serias afectaciones” en las comunicaciones en esa localidad.

El gobierno nicaragüense informó que 114.200 viviendas en todo el país quedaron sin energía eléctrica y 47.638 sin agua.

Habitantes de la zona aseguraron que el viento arrancaba techos de las casas “como si fueran de cartón”.

Sinapred alertó también de potenciales deslizamientos por las intensas lluvias en otras localidades de Nicaragua.

– Amenaza regional –

Mientras Iota se acercaba a Honduras, militares y policías desalojaban a pobladores de zonas de riesgo en la región del valle de Sula y de orillas de los ríos y barrios propensos a deslaves en Tegucigalpa.

En la comunidad miskita de Nueva Jerusalén, en el Caribe, los vientos destruyeron el techo del centro de salud y 38 viviendas, y arrancaron árboles, según un informe de Copeco.  

La institución adelantó que las mayores lluvias caerán este martes en los norteños departamentos de Atlántida, Cortés, Comayagua (centro) y Santa Bárbara (oeste). 

El lunes, al menos una persona murió en la isla colombiana Providencia donde Iota destruyó cerca del 98% de su infraestructura, según informó el presidente Iván Duque en Twitter.

Las autoridades de Panamá, en tanto, reportaron una mujer fallecida en la comarca indígena Ngäbe Buglé, mientras unas 2.000 personas eran  albergadas, aunque las lluvias disminuyeron en ese país.

Iota también se hizo sentir en Costa Rica, que reportó 16 inundaciones, en su mayoría en el litoral Pacífico, y cinco deslizamientos que bloquearon rutas, según la Comisión Nacional de Emergencias.

Guatemala se preparaba para “lo peor”, dijo el presidente Alejandro Giammattei, aunque los daños han sido menores a lo esperado.

La actual temporada de huracanes en el Atlántico ha batido récords. Iota es la decimotercera de las 30 tormentas con nombre registradas este año que alcanzó la categoría de huracán.