AFP
Armados con machetes y bates, habitantes de algunos barrios de Acapulco protegen sus casas de robos y saqueos, ante la falta de luz y el desabastecimiento que afectan a ese puerto mexicano tras el devastador paso del huracán Otis.
Los residentes también han levantado barricadas con tejas de lámina y otros escombros que dejó el ciclón -cuyo saldo es de 46 muertos y 58 desparecidos- para impedir que extraños ingresen a sus cuadras.
“Como entre nueve y diez de la noche ya está la gente haciendo barricadas para que no vayan a pasar. Jalan lo que está tirado en la calle y con eso mismo” levantan los obstáculos, dijo este martes a la AFP Salvador Chávez, vecino de uno de los barrios periféricos de este puerto sobre el Pacífico.
“Han encontrado gente que se ha metido a las casas solas”, añadió.
El huracán Otis, que impactó en la madrugada del pasado miércoles con categoría 5, la máxima de la escala Saffir-Simpson, dejó una estela de destrucción en esa ciudad de 780.000 habitantes, que vive principalmente del turismo. Unas 274.000 viviendas y 600 hoteles resultaron afectados.
Tras la furia del viento y la lluvia, hubo saqueos en supermercados y tiendas de abarrotes, principalmente comida y productos de higiene.
– Disparos disuasivos –
Algunos pobladores han advertido del riesgo de que los disturbios se extiendan a las zonas residenciales y negocios pequeños, en caso de que la ayuda humanitaria no fluya con celeridad, si bien desde el pasado viernes las autoridades reparten agua y demás productos básicos.
“Muchas tienditas están vendiendo por la puerta, no quieren subir sus cortinas porque las quieren saquear”, relató Chávez.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha desplegado miles de militares y marinos para garantizar la seguridad en el puerto.
Chávez narró que sus vecinos han advertido que dispararán al aire por la noche para ahuyentar a los ladrones. Algunos condominios ubicados en la llamada Zona Diamante del puerto -donde se alzan hoteles de cinco estrellas y edificios de lujo- han colocado, por su parte, guardias armados para evitar robos y saqueos.
Según un balance actualizado por el gobierno este martes, el huracán deja 46 personas fallecidas -incluidos un estadounidense, un canadiense y un británico- y 58 desaparecidos.
Por su parte, la cancillería mexicana informó que hasta este martes han sido localizados sanos y salvos 305 extranjeros.
En tanto, en varias zonas se han restablecido la luz eléctrica y las telecomunicaciones, mientras el Ejército distribuye agua y alimentos. Brigadas médicas, apoyadas por doctores cubanos, también prestan atención a los afectados.