AFP
Las autoridades de Guatemala decomisaron 922 kilos de cocaína transportados en una avioneta procedente de Sudamérica que ingresó ilegalmente al norte del país y capturaron a cuatro personas, informaron el domingo la Fiscalía y Ejército.
“El procedimiento inició en horas de la madrugada (del domingo) y preliminarmente se contabilizan 35 tulas (sacos) que contenían en su interior 770 paquetes (de un kilo)” de cocaína, indicó a periodistas en una primera declaración el vocero de la Fiscalía, Moisés Ortiz.
Sin embargo, en una actualización y balance del decomiso el funcionario indicó que el alijo suma 922 kilos de la droga, valorada en unos 12,4 millones de dólares, según el precio en el mercado local.
Además, comentó que cuatro personas fueron detenidas como presuntos responsables de descargar la cocaína, pero sin precisar nacionalidades.
El funcionario dijo que la aeronave fue localizada en el caserío Colorado, Sayaxché, en el departamento de Petén, unos 550 km al norte de Ciudad de Guatemala y fronterizo con México y Belice.
Esa región es utilizada por narcotraficantes para trasladar droga en ruta hacia México y Estados Unidos, según las autoridades.
En tanto, el portavoz del Ejército, Rubén Téllez, indicó que la aeronave detectada por el sistema de radares la noche del sábado “provenía de Suramérica”, aunque no mencionó el país de origen, y que “ingresó al espacio aéreo de manera ilegal”.
Tras la detección se iniciaron las “operaciones respectivas, permitiendo con ello la localización inmediata de la aeronave y el aseguramiento” de la droga que se encontraba en su interior.
El 19 de febrero las autoridades habían decomisado 441 kilos de cocaína en otra aeronave que ingresó ilegalmente y aterrizó en el municipio de San Andrés, también en Petén.
En 2022, las fuerzas antidrogas de Guatemala decomisaron 5,8 toneladas de cocaína, una reducción de 53% respecto al año previo, cuando se incautaron más de 11 toneladas, de acuerdo con datos del Ministerio del Interior.
Los cárteles internacionales utilizan a Guatemala y al resto de Centroamérica -con la ayuda de narcotraficantes locales- para el tránsito de drogas hacia México y Estados Unidos.
Según Washington, el 90% de la cocaína que ingresa en su territorio pasa por México y Centroamérica en avionetas, lanchas y submarinos.