AFP
Francia tiene varios proyectos de ley en marcha para acordar bajas laborales a las mujeres que sufren menstruaciones dolorosas, unos meses después de que España adoptara una medida similar.
Algunas empresas francesas ya ofrecen la posibilidad de tomarse una baja remunerada por menstruaciones dolorosas, como el fabricante de muebles Louis Design.
Y el municipio de Saint-Ouen, cerca de París, ofrece desde hace poco permisos menstruales a sus empleadas aquejadas de dolores o endometriosis.
“No hay que quedarse en iniciativas individuales, hay que generalizar este sistema para todas las mujeres que lo necesiten”, dijo a la AFP el diputado ecologista Sébastien Peytavie.
Junto a las diputadas de su partido Marie-Charlotte Garin y Sandrine Rousseau, lanzó una consulta sobre el tema con asociaciones feministas y representantes del mundo médico y empresarial.
El objetivo es elaborar un proyecto de ley para crear una baja menstrual indeminzada, respetando el secreto médico. Está previsto presentar el texto el 26 de mayo.
Los diputados del Partido Socialista Mickaël Bouloux y Fatiha Keloua Hachi también han llevado a cabo audiciones con el mismo objetivo.
“Es el momento oportuno para hacer este proyecto de ley en Francia, el interés por el tema es muy fuerte, la población está preparada”, declaró a la AFP Fatiha Keloua Hachi, que espera presentar el texto “lo antes posible”.
Según Aline Boeuf, doctoranda de la Universidad de Ginebra, esta cuestión todavía no está totalmente aceptada en el mundo laboral.
“Las experiencias de las mujeres, como la menstruación, el embarazo o la menopausia, todavía no son tenidas en cuenta” por los empresarios, señala. Según ella, además del permiso menstrual, la vida de las mujeres en las empresas podría mejorar poniendo papeleras en los aseos o zonas de descanso.
– La salud de las mujeres, un “tabú” –
Sin embargo, esta nueva baja laboral podría provocar “desorganización” en las pequeñas empresas, apunta la confederación francesa de pymes (CPME).
Además, “no todas las mujeres viven este periodo de menstruación de la misma manera, y las que lo necesiten pueden solicitar una baja” a un médico, señala la vicepresidenta de CPME, Stéphanie Pauzat.
La organización patronal Medef tiene una opinión similar y se opone a la baja menstrual porque “transmitiría la imagen de que las mujeres no pueden ocupar los mismos puestos que los hombres”.
Las organizaciones feministas también temen una posible reacción negativa y que la creación de una baja menstrual dé lugar a la discriminación de las mujeres en la contratación.
“Es una buena idea encontrar una solución de urgencia para las mujeres con menstruaciones dolorosas o endometriosis, pero hay que abordar el problema en su totalidad”, afirma Maud Leblon, directora de la asociación Règles Elémentaires, que lucha contra la precariedad menstrual y el tabú de la regla.
En concreto, cree que hay que “conocer mejor” y “tratar mejor” las patologías que afectan a las mujeres, como la endometriosis.
Se calcula que alrededor de una de cada diez mujeres padece esta enfermedad ginecológica inflamatoria crónica, que puede manifestarse a través de menstruaciones abundantes y fuertes dolores.
“La salud de las mujeres ha sido durante mucho tiempo ignorada y un tabú”, dijo Isabelle Rome, la ministra francesa de Igualdad, en un comunicado enviado a la AFP.
“Es imperativo que nunca vuelva a ser una fuente de inseguridad o un obstáculo para conciliar la vida personal y profesional”, afirmó.
El gobierno francés lanzó en enero una estrategia nacional de lucha contra la endometriosis, que incluye un programa de investigación de varios millones de euros.
En cuanto a las iniciativas de los diputados para crear una baja menstrual, “podremos dar nuestra opinión” cuando se hayan presentado las propuestas “y tengamos visibilidad sobre su contenido”, dijo la ministra.