AFP
Francia empezó este jueves por primera vez a enviar gas directamente a Alemania, en una muestra de la solidaridad energética europea para superar el declive de las importaciones desde Rusia, anunció el gestor de la red de transporte de gas GRTgaz.
“En un contexto de fuerte disminución de las entregas de gas ruso hacia Europa (…), GRTgaz se movilizó para adaptar su red y formalizar una proposición para comercializar una capacidad de transporte de gas desde Francia a Alemania”, indicó la empresa francesa en un comunicado.
Esta medida forma parte de un acuerdo alcanzado en septiembre entre el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, en virtud del cual Alemania suministrará electricidad a Francia en casos de pico de consumo en los próximos meses.
Francia, que produce más de dos tercios de su electricidad gracias a la energía nuclear, mantiene cerrados casi la mitad de sus reactores para verificar eventuales problemas de corrosión.
Las primeras entregas de gas odorizado a Alemania empezaron a las 06H00 con un suministro de 31 gigavatio-hora diario entre las localidades fronterizas de Obergailbach (Francia) y Medelsheim en Sarre (Alemania), según el gestor.
El nivel de esta capacidad será “evaluado todos los días en función de las condiciones de la red”, con un lindar máximo de 100 gigavatios-hora diarios.
Esto equivale a un 10% del gas natural licuado que Francia recibe cada día de sus cuatro terminales metaneras, según GRTgaz.
Como este punto de intersección, el único en la frontera franco-alemana, se concibió originalmente para mandar gas de Alemania hasta Francia, fue necesario revertir los flujos para permitir estas entregas en colaboración con los gestores alemanes OGE y GRTgaz Deutschland.
“Es histórico, es la primera vez que Francia enviará gas directamente a Alemania, hasta ahora se enviaba a través de Bélgica”, dijo a la AFP Thierry Trouvé, director general de GRTgaz.
A raíz de la guerra en Ucrania y el declive del gas ruso, Alemania, la primera economía de la Unión Europea (UE), carece de un hidrocarburo muy necesario para hacer funcionar sus fábricas.
Francia, la segunda economía del bloque, dispone de más cantidad porque se benefició del suministro del gas natural licuado –principalmente desde Estados Unidos– que permitió llenar sus reservas para el invierno.