AFP
Con treinta grados al amanecer en España y un anormal tiempo cálido más al norte, Europa experimenta temperaturas excepcionalmente elevadas después de un verano marcado por sucesivas olas de calor, señal de la aceleración del impacto del cambio climático.
“Aunque todavía no ha terminado el mes, ya podemos prácticamente dar por seguro que va a ser el mes de octubre más cálido (en España) desde 1961”, cuando comenzó la serie estadística, indica alarmado Rubén del Campo, portavoz de la agencia española de meteorología (Aemet). ”E, incluso, con reconstrucciones climáticas, podría serlo de los últimos cien años”, agrega.
“Un día, dos” por encima de los 30 grados, “es normal” en España, país acostumbrado a temperaturas más altas, pero ”tantos días, no (…) Son valores prácticamente de verano ya bien entrado el otoño”, señala Del Campo.
A las 08H30 del viernes, la estación meteorológica del aeropuerto de San Sebastián, ciudad del País Vasco (norte), acostumbrada a un clima más frío, marcaba 30,3 ºC.
Esa región ha sufrido incendios forestales los últimos días y sus autoridades han prohibido, como en verano, hacer parrillas o lanzar fuegos artificiales, dado el alto riesgo de que se originen fuegos.
Para Rubén del Campo, este episodio de “veroño”, contracción de verano y otoño, es otra señal de que el cambio climático “se acelera y, además, de manera notable” desde hace una década en el país, el más expuesto de Europa a la desertificación.
Según un informe del gabinete Climate Central, cuatro ciudades españolas (Madrid, Valencia, Zaragoza y Barcelona) se encuentran entre las diez localidades europeas más impactadas por el cambio climático entre septiembre de 2021 y septiembre de 2022.
– “Clima de finales de verano” –
En Francia, la situación no es muy distinta y este mes de octubre se encamina a ser el más cálido jamás registrado.
“El episodio de calor en curso desde el 15 de octubre de 2022 no tiene precedentes en su duración en todo el país”, señaló Météo France en un comunicado el jueves.
En el suroeste del país, que, como España, se vio afectado este verano por devastadores incendios, “las máximas volverán a rondar los 30 grados” este viernes.
En Gran Bretaña, la Met Office, la agencia meteorológica, señaló el miércoles que las temperaturas, que alcanzaron los 20,5 ºC en Londres, eran “más cercanas a las que habitualmente veríamos a finales de agosto y no a finales de octubre”.
También gozaba de un clima agradable Alemania, donde los vientos cálidos provenientes del suroeste de Europa provocan “un clima de finales de verano, sin indicios de que se acerque el invierno”, según la agencia meteorológica local.
Y en Bélgica se anuncia una máxima de 24 ºC en Bruselas para el sábado, unos 10 grados por encima de las medias estacionales.
“Es difícil de creer que estemos a finales de octubre cuando gran parte de Europa (y el norte de África) está experimentando un calor anormal”, tuiteó la Organización Meteorológica Mundial (OMM) el viernes.
– “No es normal” –
Gracias a este clima, las calefacciones no necesitan encenderse demasiado en Europa del norte, una buena noticia en plena crisis energética. Pero es una de las pocas, dice Rubén del Campo.
“Aunque pueda parecer un buen tiempo porque puedes ir a la playa, en realidad, las consecuencias no son buenas”, señala Del Campo, a quien le preocupan sobre todo el nivel de las reservas de agua, cruciales en un país cuya agricultura intensiva surte a Europa de frutas y verduras.
El lunes, las reservas estaban a 31,8% de su capacidad contra el 49,3% en promedio en los últimos diez años para la misma época.
En las playas de Barcelona (noreste), los residentes y turistas que disfrutan del sol lo saben.
“Estamos encantados con este calor (…) Estamos encantados de la vida, pero esto no es normal”, comenta Alicia Pesquera, esteticista de 43 años.
“Es algo que, claro, está preocupando (…) Ahora mismo tendría que estar lloviendo o aunque (…) sea, hacer un poquito de frío”, apunta Fernando Raibas, un turista venido de Galicia, una región del noroeste del país.