Europa aprueba una tímida reapertura a un mundo poscoronavirus

AFP

Una treintena de países europeos acordaron este martes reabrir sus fronteras a los residentes en China, Canadá, Uruguay y otras 12 naciones, presionados por salvar una lucrativa temporada turística lastrada por la pandemia del coronavirus.

“Entramos en una nueva fase desde mañana [1 de julio] con una apertura selectiva de nuestras fronteras exteriores”, tuiteó el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, para quien es “un paso adelante”, si bien “la lucha contra la COVID-19 no terminó”.

La decisión de levantar restricciones se aplicará a China, Japón, Tailandia, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Marruecos, Túnez, Ruanda, Australia, Argelia, Georgia, Montenegro, Serbia y Canadá, así como Uruguay, el único país latinoamericano.

Los europeos precisaron que la reapertura se aplicará a los turistas de China “a reserva de confirmación de reciprocidad”, máxime cuando las autoridades chinas solo autorizan la entrada de los residentes en un limitado número de países europeos.

Por su parte, Uruguay, donde las fronteras están cerradas desde marzo y es destacado como un ejemplo en el control de la pandemia, aseguró que deberán evaluar si tener una política de reciprocidad con la UE, en base también a factores de salud.

“Llegado el momento, esta reapertura va a tener que ser coordinada y bilateral, además por una razón muy elemental: para que los vuelos sean rentables no pueden venir llenos e irse vacíos”, agregó el canciller uruguayo, Ernesto Talvi.

La lista de la UE confeccionada sobre todo en base a criterios epidemiológicos, que se actualizará cada dos semanas, deja fuera a los ciudadanos de Estados Unidos y Rusia que –junto con China– son los principales grupos de turistas en la UE.

Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia, con más de 126.000 muertos por unos 2.600.000 contagios, seguido de Brasil (58.300 muertos por 1.360.000 casos). Al menos medio millón de personas perdieron la vida en el mundo.

Para confeccionar su lista, los europeos, en pleno desconfinamiento, examinan la situación de la COVID-19 en los terceros países, que debe ser parecida o mejor a la europea, así como la tendencia de rebrotes o la respuesta general ante la pandemia.

El acuerdo se trata de una “recomendación” no vinculante a los países de la UE y a los asociados al espacio de libre circulación Schengen -Noruega, Islandia, Liechtenstein y Suiza-, responsables de aplicar la decisión en su totalidad o no.

A los ciudadanos del Reino Unido, país que abandonó la UE el 31 de enero, no se les aplican las restricciones, ni tampoco, según la recomendación adoptada este martes, a los de pequeños Estados europeos de Mónaco, Andorra, Vaticano y San Marino.

– Médicos, refugiados, estudiantes –

La adopción de la lista llegó al término de una serie de arduas discusiones por las implicaciones diplomáticas y económicas, en un contexto en que el sector turístico europeo lastrado por el confinamiento presionaba para reactivar los viajes.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya advirtió que las naciones donde el turismo es clave para sus economías, como España o Grecia, sufren más por la pandemia. Esta institución prevé una contracción del 10,2% del PIB de la zona euro en 2020.

Los países más dependientes del turismo querían abrir cuanto antes unas fronteras cerradas desde marzo, pero con una cierta coordinación. Grecia, por ejemplo, permite estancias de turistas de Nueva Zelanda, Corea del Sur o China desde el 15 de junio.

“Un Estado miembro no debería decidir levantar las restricciones de viaje para los terceros países no incluidos en la lista antes de que esto se haya decidido de manera coordinada”, advirtió el Consejo de la UE tras la decisión.

Los ciudadanos europeos en países desde los que no se permite viajar a todos los residentes sí pueden entrar al bloque, así como profesionales de salud, diplomáticos, personas que buscan protección o que hayan previsto una estancia de estudios.