AFP
Después de un inicio de campaña electoral complicado, los Verdes alemanes redoblan sus mensajes sobre la urgencia climática, encima de la mesa tras las recientes inundaciones en Alemania y el informe de la ONU sobre el clima.
El partido ecologista dio el lunes el pistoletazo de salida a su campaña de cara a las legislativas del 26 de septiembre, que marcan el fin de la era Merkel.
Coincidencia o presagio del destino, el mismo día, los expertos del clima de la ONU publicaron su informe más alarmante sobre la aceleración del calentamiento global.
Y tras las mortales inundaciones de mediados de julio en el oeste de Alemania, el medioambiente es uno de los elementos principales del debate público.
“¡Nos jugamos mucho en estas elecciones, nos jugamos nuestro futuro. Y el futuro no llega solo, se le da forma!”, lanzó Annalena Baerbock, candidata ecologista.
Los Verdes dicen “estar listos” para gobernar, por lo que multiplicaron las propuestas para una política medioambiental más ambiciosa, con un superministerio de Medioambiente con derecho de veto sobre los demás.
– Credibilidad afectada –
No es un desafío menor para este partido nacido en los años 80 y que tiene por primera vez en su historia la posibilidad de alcanzar el máximo puesto de poder en Alemania.
En abril, con la designación de Annalena Baerbock (de 40 años) como candidata, este escenario parecía realista. Dinámica y directa, encarna la renovación de un país hambriento de cambios, tras 16 años de reinado de Angela Merkel.
En ese momento, los Verdes sobrepasaban en intención de voto a “La Unión”, la alianza conservadora de la CDU (el partido Angela Merkel) y los bávaros de la CSU, debilitada por las tensiones internas.
Pero la candidata Verde empezó a acumular escándalos que afectaron a su credibilidad: primas parlamentarias no declaradas, CV falseado, plagios en su libro de campaña…
– “La carta del clima” –
“Los Verdes pueden jugar la carta del clima, del medioambiente y de la energía, son sus temas fundacionales”, considera Thorsten Faas, profesor universitario del Instituto Otto-Suhr de ciencias políticas.
La población parece desear un cambio. Un amplio estudio realizado a mediados de mayo afirmó que 60% de los encuestados querían un cambio de gobierno y una política más ambiciosa, sobre todo en materia de protección medioambiental. Un porcentaje récord desde que se empezaron a realizar estas encuestas a principios de los 90.
El candidato conservador, Armin Laschet, que parte como favorito en los sondeos, acumula también los pasos en falso.
Su popularidad está en caída libre desde que fue grabado desternillándose de risa durante una ceremonia de homenaje a las víctimas de las inundaciones, y desde que se supo que había plagiado partes de un libro publicado en 2009.
Un sondeo realizado para el diario Bild publicado el domingo, daba a los Verdes empatados al 18% de intención de voto con los socialdemócratas del SPD, lejos del 26% de la CDU.