Estados Unidos elige entre Kamala Harris y Donald Trump

Este martes, los estadounidenses decidirán entre Kamala Harris, quien podría convertirse en la primera mujer presidenta del país, y Donald Trump, quien busca regresar a la Casa Blanca para un segundo mandato.

La contienda es sumamente reñida, y la incertidumbre reina sobre cuándo se conocerán los resultados, que podrían demorarse horas o incluso días. Ambos candidatos están empatados en las encuestas en los siete estados clave que definirán la elección: Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada.

El ambiente electoral refleja una profunda polarización. Aunque las posiciones de ambos candidatos dividen al país, el resultado será histórico, ya que Trump podría convertirse en el primer presidente en lograr un segundo mandato no consecutivo desde 1893, o Harris podría ser la primera mujer en alcanzar la presidencia.

Hasta el final de la campaña, tanto Harris como Trump destacaron sus diferencias. Harris hizo un llamado a superar la política del miedo y la división que, según ella, ha marcado la última década. Su mensaje busca atraer a los republicanos moderados con propuestas centristas sobre inmigración y la clase media, mientras que Trump mantuvo su habitual discurso antisistema, prometiendo arreglar todos los problemas del país y llevarlo a una nueva “edad de oro”.

A nivel global, la elección es seguida con gran interés debido a su posible impacto en asuntos como los conflictos en Oriente Medio, la guerra en Ucrania y el cambio climático. Trump ha insistido en su postura contra los migrantes y ha señalado a México y China como objetivos comerciales prioritarios. En contraste, Harris ha defendido un enfoque más diplomático y moderado en estas áreas, lo que plantea un fuerte contraste con la política exterior del expresidente.

La noche electoral se anticipa larga y tensa, con el control del Congreso también en juego. Con ambos bandos presentando acciones legales y dos de cada tres estadounidenses temiendo episodios de violencia tras los comicios, la tensión es palpable. Washington D.C. y otros puntos clave del país están bajo fuertes medidas de seguridad, recordando el ataque al Capitolio en 2021, mientras Trump ya ha empezado a insinuar que los demócratas podrían “hacer trampas”, lo que añade más incertidumbre a un proceso ya delicado.