El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, emitió una advertencia y declaró que Washington impondrá sanciones a aquellos que faciliten la “migración irregular”, un tema crucial en la campaña electoral estadounidense.
La conferencia, presidida por el mandatario guatemalteco, Bernardo Arévalo, concluyó sin acuerdos concretos sobre medidas para abordar la crisis migratoria que enfrenta la región.
Según datos presentados durante el evento, alrededor de 2,8 millones de migrantes ingresan anualmente a Estados Unidos de manera irregular, lo que ejerce una presión adicional sobre el presidente y candidato a la reelección en noviembre, el demócrata Joe Biden. Los republicanos, encabezados por su rival Donald Trump, han criticado la aparente inacción de Biden para resolver este problema.
Blinken enfatizó la implementación de una “nueva política de restricción de visas” dirigida a aquellos que facilitan el transporte de personas que buscan migrar irregularmente a Estados Unidos, incluyendo los vuelos chárter que llegan a Nicaragua.
Además, el secretario de Estado anunció recientemente restricciones de visas a ejecutivos de empresas colombianas de migración marítima que están involucradas en facilitar la migración irregular.
La conferencia, que contó con la participación de ministros de Exteriores y altos funcionarios de una veintena de países signatarios de la Declaración sobre Migración y Protección, suscrita en la Cumbre de las Américas de 2022 en Los Ángeles, no logró llegar a acuerdos tangibles.
Al término del encuentro, el canciller de Guatemala, Carlos Ramiro Martínez, destacó la discusión sobre cómo abordar las causas estructurales de la migración, pero no se anunciaron medidas específicas. La canciller mexicana, Alicia Bárcena, enfatizó la importancia de que la migración sea una opción y no una obligación, abogando por atender las causas fundamentales como la pobreza, la desigualdad y el cambio climático.
La situación migratoria en América Central se complica aún más con el flujo de migrantes, principalmente venezolanos, que atraviesan el istmo hacia Estados Unidos, incluyendo la inhóspita selva del Darién, fronteriza entre Colombia y Panamá. Además, Nicaragua se ha convertido en un punto clave, con vuelos chárter y comerciales que transportan migrantes asiáticos y africanos en un intento de evitar el peligroso cruce del Darién.
Sin embargo, los desafíos persisten, con informes de embarcaciones que zarpan desde la isla caribeña colombiana de San Andrés hacia América Central, y con los peligros mortales que enfrentan los migrantes que cruzan a pie el Darién, incluyendo la trata de personas y la violencia criminal.
La conferencia contó con la participación de funcionarios de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), resaltando la necesidad de una respuesta multilateral para abordar los desafíos migratorios en la región.