Jonathan Cortez – Porfirio Mercado
La veda del camarón marino entró en vigencia en El Salvador, lo que significa que está prohibida la captura y comercialización de este crustáceo durante los próximos días.
Esta medida que, termina el 16 de junio, busca proteger las poblaciones de camarones y garantizar su sostenibilidad en el futuro, pero podría afectar a los comerciantes de mariscos del país.
Como preámbulo, las autoridades del Ministerio de Agricultura revelaron datos preocupantes sobre la pesca de camarón en El Salvador. Aseguraron que hay una sobreexplotación que ha disminuido la reproducción de esta especie marina en casi un 90 por ciento.
Las autoridades aclararon que la veda solo es en el mar y no en los estanques de viveros por lo cual señalaron que no hay razón para incrementar el precio del producto y tampoco para dejarlo de consumir.
En el mercado de mariscos del Puerto de La Libertad, los comerciantes están preocupados debido a la veda del camarón marino. Ellos aseguran que durante esta temporada, el precio de este producto suele incrementar.
La situación es similar en comercios, donde los vendedores han tenido que buscar alternativas para mantener sus negocios a flote. Algunos han optado por vender otro tipo de mariscos, como langostinos y calamares, mientras que otros han reducido sus precios para atraer a más clientes.
Sin embargo, la veda del camarón marino no solo ha afectado a los comerciantes, sino también a los pescadores que dependen de esta actividad para su sustento.
La veda del camarón marino es una medida necesaria para garantizar la sostenibilidad de esta especie, pero ha tenido un impacto significativo en los comerciantes y pescadores del país. Este sector espera que las autoridades puedan brindar apoyo a estas comunidades para superar esta situación difícil y garantizar su subsistencia.