En Tailandia, el aire tóxico de Chiang Mai ahuyenta a los turistas

AFP

En Chiang Mai, una de las ciudades más contaminadas del mundo, los habitantes viven bajo una nube nauseabunda que amenaza su salud y el turismo en vísperas del Año Nuevo tailandés.

Habitual en esta época del año, el humo procedente de los incendios forestales y de la quema de paja por los agricultores ha alcanzado este año niveles inéditos, que asfixian a esta gran ciudad turística del norte de Tailandia.

El miércoles, y tal como ha ocurrido durante varios días seguidos, Chiang Mai estaba en cabeza de las ciudades del mundo con el aire más contaminado a base de partículas finas, según la clasificación establecida por la aplicación IQAir que mide la calidad del aire.

Las imágenes de la bruma que recubre esta ciudad histórica suscitaron llamamientos a la acción, de cara a las elecciones nacionales de mayo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de las consecuencias desastrosas que tiene a largo plazo la contaminación del aire.

“El cielo estaba color rojo vivo a causa del humo en el cielo, era bastante extraño”, cuenta la turista británica Lucy Cooper.

“No se podía ver más allá de unos campos”, cuenta esta mujer de 34 años, que vino con su pareja y sus dos hijos.

Las muestras locales arrojan niveles de partículas PM2,5 más de 30 veces superiores a la recomendación anual de la OMS, según IQAir.

“Me dan ganas de llorar”, declara a AFP Kanchaya Boontan, jefa de una pequeña agencia de viajes.

– “La contaminación afecta cada vez más mi vida” –


“Este año es malo; en general la contaminación no dura demasiado, pero los extranjeros han visto las noticias”, dice esta mujer ajustándose una mascarilla N95.

“La semana pasada sólo tuve un cliente. Y esta semana, ninguno”, asegura.

Ignorada ahora por los extranjeros, Chiang Mai se encuentra también sin turistas tailandeses, que multiplicaron las anulaciones al acercarse el fin de semana de Songkran, el Nuevo Año local, a causa de la contaminación, indicó la asociación de hoteles de Tailandia.

Ante la célebre puerta de Tha Phae, donde algunos turistas asustan a las palomas y posan para hacerse fotos, Aun, un vendedor de jugo de naranja de 45 años, intenta hacer funcionar su negocio.

“La contaminación afecta cada vez más mi vida, ya se trate de mi salud o de la caída del número de turistas”, explica.

“Algunos días apenas pueden verse las calles, y no es niebla, sino smog”, apunta.

Según Siwatt Pongpiachan, especialista de la atmósfera en el Instituto Nacional de Investigación Astronómica de Tailandia, la contaminación se debe sobre todo a las quemas de los agricultores en la zona y en los países vecinos.

Las partículas PM2,5, las más peligrosas, se acumulan sobre la ciudad, que se encuentra además en una hondonada. Según este experto, la evolución del clima también tiene que ver.

Según el ministerio de Salud Pública, cerca de dos millones de personas tuvieron que ser hospitalizadas este año por problemas respiratorios causados por la contaminación del aire.

– Efectos “enormes” en la población –


Según Rungsrit Kanjanavanit, cardiólogo en Chiang Mai, las autoridades guardan un silencio culpable, por miedo a asustar definitivamente a los turistas, en un país donde este sector es vital para la economía.

“Los efectos en la población son enormes”, y en particular sobre los niños y las personas mayores, explica el doctor Rungsrit, y añade que a largo plazo, la exposición a las partículas PM2,5 tiene consecuencias verificadas sobre la esperanza de vida.

Y por lo que es a nivel estético, el smog “oculta la belleza de la ciudad”, lamenta Chokchai Mongkolcho, un turista tailandés.

“Si sigue la contaminación, me pregunto si volveré un día”, dice.