Don Luis Guirola venció los complejos de su discapacidad para poder rebuscarse y ganarse la vida como Dios manda ¡como todo un campeón! Su silla de ruedas ya está vencida, pero no sus ganas de salir adelante. Hoy ruega de una mano amiga para poder cambiar su silla y seguir rebuscándose en el corazón del bello Santa Ana.