AFP
El primer gran incendio forestal del año en España, que obligó a desalojar a unas 1,500 personas, avanzaba este viernes sin control en el este del país en medio de condiciones meteorológicas adversas, informaron autoridades locales.
“Estamos enfrentándonos a un incendio más propio del verano”, estimó en la radio pública RNE Manolo Nicolás, portavoz de los bomberos de la provincia de Castellón, en la región valenciana (este), donde se declaró el fuego la tarde del jueves.
Contra el fuego, que ya calcinó más de 3,000 hectáreas en un perímetro de 30 kilómetros en una zona fronteriza entre las regiones de Valencia y Aragón, luchaban la tarde del viernes más de 500 bomberos y una veintena de medios aéreos, indicó a periodistas Gabriela Bravo, encargada de Interior del gobierno regional valenciano.
“Estos incendios, en meses tan prematuros, no dejan de ser una prueba más de la emergencia climática que vive la humanidad”, señaló desde Bruselas el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, quien pidió “máxima prudencia” y prometió “poner todos los recursos al alcance” para su extinción.
“La situación sigue siendo crítica”, ya que “las llamas siguen avanzando por el flanco derecho” y se acercan al “parque natural de la Sierra de Espadán”, advirtió Gabriela Bravo.
Las 1,500 personas evacuadas preventivamente de diez pueblos de Valencia y Aragón “tendrán que estar fuera de sus casas las próximas 24/48 horas”, señalaron en Twitter los bomberos forestales valencianos, quienes señalaron que de momento no se contemplan nuevos desalojos.
Se han juntado “los ingredientes perfectos para tener un incendio de estas características”: una vegetación reseca, debido a la inusual escasez de humedad en el ambiente en los últimos meses, y una “gran cantidad de combustible” vegetal en los bosques, dijo Manolo Nicolás.
La zona que más preocupaba era la aledaña a Montanejos, una localidad turística que tenía los hoteles llenos y que tuvo que ser desalojada preventivamente, según indicó a RNE su alcalde, Miguel Sandalinas.
Nicolás advirtió del “viento de poniente que se va a ver incrementado en las próximas horas” y que “dificulta la labor de extinción”.
En 2022, en un año de incendios especialmente malo en Europa, España fue el país más afectado, con casi 500 que devoraron más de 300,000 hectáreas, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS).