El picachón de la alegría aplastó las calles del caserío El Coyolar en Usulután para llevar una pizca de diversión y alegría a los cipotillos del lugar. Los Poetas del Bien fueron los encargados de llevar payasitos y dibujar sonrisas entre niños, papitos y mamitas en una mañana de prevenida y sana diversión.