AFP
El papa Francisco denunció este lunes los “crímenes de guerra” perpetrados contra civiles en el conflicto entre Rusia y Ucrania, y en la guerra que opone Israel a Hamás en Gaza, y rechazó considerarlos como “daños colaterales”.
“En un contexto en el que ya no parece observarse una distinción entre los objetivos militares y civiles, no hay conflicto que no termine de algún modo por golpear indiscriminadamente a la población civil”, declaró el pontífice durante el tradicional intercambio de felicitaciones por el Año Nuevo.
“Los sucesos de Ucrania y Gaza son una prueba evidente de esto”, añadió, en su discurso al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
“No debemos olvidarnos de que las violaciones graves del derecho internacional humanitario son crímenes de guerra”, subrayó el jesuita, llamando a un “mayor compromiso de la comunidad internacional por la salvaguardia y la implementación del derecho humanitario”.
“Puede que no caigamos en la cuenta de que las víctimas civiles no son ‘daños colaterales’; son hombres y mujeres con nombres y apellidos que pierden la vida”, continuó.
“Son niños que quedan huérfanos y privados de un futuro. Son personas que sufren el hambre, la sed y el frío o que quedan mutiladas a causa de la potencia de las armas modernas”, insistió.
Francisco denunció nuevamente el ataque lanzado por el grupo islamista palestino Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre, que dejó cerca de 1.140 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras israelíes.
“Repito mi condena por esa acción y por cualquier forma de terrorismo y extremismo”, dijo, a la vez que pidió la “inmediata liberación de todos los rehenes en Gaza”.
Jorge Bergoglio consideró que la “fuerte respuesta militar” de Israel provocó además “una situación humanitaria gravísima con sufrimientos inimaginables”.
Hamás, que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, afirma que los bombardeos israelíes ya han dejado más de 23.000 muertos en el estrecho territorio.
Durante 45 minutos, el papa hizo un repaso de los desafíos al que se enfrenta el planeta, como el calentamiento global, las cuestiones de bioética o las persecuciones que sufre la población cristiana en el mundo. También expresó su preocupación ante “el aumento de actos de antisemitismo” en los últimos meses.
La Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas con 184 Estados. De ellos, 89 disponen de una representación oficial en Roma.