AFP
Los casos de paludismo descendieron en 2021 en América pero la enfermedad golpea “desproporcionamente” a los indígenas y migrantes, informó este martes la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“Las comunidades indígenas, remotas y migrantes” se ven “desproporcionadamente afectadas”, afirma en un comunicado su director Jarbas Barbosa, quien llama a los países a redoblar esfuerzos para proteger a los más vulnerables.
El número de casos de paludismo o malaria en la región se disparó entre 2015 y 2019, pero en 2021 (520,000) fue un 13% menos que el año anterior, especifica la oficina para el continente americano de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
También bajó el número de muertes, de 197 en 2019 a 120 en 2021, añade el comunicado, publicado en coincidencia con el Día Mundial del Paludismo.
La malaria es una enfermedad causada por un parásito Plasmodium, transmitido por la picadura de un mosquito Anopheles infectado.
Los síntomas, como fiebre, dolor de cabeza y escalofríos, aparecen entre 10 y 15 días después de la picadura y pueden ser leves o, si no se tratan, “pueden evolucionar a enfermedad grave y muerte”, informa.
“Eliminar la malaria es posible” pero “urge movilizar recursos” para conseguirlo, estima el doctor Barbosa.
“Disponemos de las herramientas necesarias para ofrecer diagnóstico, tratamiento y prevención altamente eficaces” pero hay que “adaptar la respuesta a los entornos específicos”, consideró Barbosa.
En 2018, Paraguay recibió la certificación de país libre de malaria, seguido de Argentina (2019) y El Salvador (2021). Belice está en vías de lograrlo, después de tres años sin la enfermedad.