AFP
El 11 de marzo se cumplen 10 años del peor desastre natural en la historia de Japón, la llamada triple catástrofe: un potente terremoto, un mortífero tsunami y el accidente nuclear de Fukushima.
Es difícil imaginar la escala de la devastación, pero he aquí algunos datos que ayudan a hacerse una idea.
– Terremoto de magnitud 9,0 –
El terremoto, cuyo epicentro se ubicó en el mar, golpeó a las 14H46 locales del 11 de marzo de 2011 con una magnitud de 9,0, uno de los más fuertes de los que se tenga registro.
Se produjo a una profundidad de 24 kilómetros, a unos 130 kilómetros de la prefectura de Miyagi, en el este de Japón, y se sintió en la mayor parte del país.
Fue tan fuerte que movió Honshu, la principal isla de Japón, 2,4 metros al este y quizá alteró el eje de la Tierra.
– Olas de 9,3 metros –
El terremoto provocó un maremoto que alcanzó la costa de Japón unos 30 minutos más tarde.
La ola más alta que midió la agencia meteorológica de Japón alcanzó los 9,3 metros en Soma, Fukushima, pero en muchos lugares donde los monitores no alcanzaron a medir, el nivel del agua fue mucho más alto.
En la ciudad de Ofunato, por ejemplo, se calculó a posteriori que el agua alcanzó los 16,7 metros, a partir de las marcas que dejó en los edificios.
Las olas llevaban tal fuerza que destruyeron todo lo que encontraron a su paso, incluso edificios enteros.
– 18.426 muertos y desaparecidos –
Casi todos los muertos los provocó el tsunami.
En diciembre de 2020, el número de muertos confirmados era de 15.899 y otras 2.527 personas seguían desaparecidas, según la agencia nacional de la policía de Japón.
Más de 6.000 personas resultaron heridas, y otras fallecieron durante la evacuación o después.
Se produjeron víctimas mortales en varias prefecturas, pero las más golpeadas fueron las de Fukushima, Miyagi y Iwate.
– 3 reactores nucleares colapsaron –
El tsunami no solo dejó un reguero de muertos y destrucción sino que también inundó el sistema de enfriamiento de la central nuclear de Fukushima Daiichi, provocando el colapso de tres reactores.
Cuatro reactores, incluido uno que no estaba operativo en la época del terremoto, resultaron dañados, y las explosiones destrozaron los reactores 1 y 3.
Una década más tarde, el desmantelamiento de Fukushima se hace con parsimonia y todo el proceso llevará décadas.
Uno de los principales desafíos es qué hacer con la cantidad creciente de agua contaminada almacenada, que pese a que es filtrada, sigue conteniendo tritio. Ante la falta de espacio para su almacenamiento, las autoridades recomiendan verterla al mar, pero es una opción muy polémica.
– 20 kilómetros de la zona de evacuación –
La crisis en la central de Fukushima llevó al gobierno a declarar una zona de evacuación de 20 km a la redonda. Las personas que vivían en esta zona fueron forzadas a irse, aunque muchos que vivían fuera de ese radio también decidieron marchar voluntariamente.
La prefectura de Fukushima calcula que unas 164.865 personas se habían ido de la zona en 2012, el primer año en que hubo estadísticas disponibles.
En 2020, 36.811 personas seguían sin regresar a la zona.
– 337 km2 de Fukushima están en zona de exclusión –
La zona de exclusión de Fukushima tras el accidente nuclear representaba el 12% de la prefectura de Fukushima.
En la última década, el gobierno ha emprendido un ambicioso proyecto de descontaminación retirando capas de tierra, entre otros métodos, para terminar con la radiación.
Gradualmente, ha ido declarando zonas seguras para que los residentes puedan regresar, pero todavía el 2,4%, es decir unos 337 km2, de la prefectura sigue excluido.
En algunos lugares, los evacuados tienen reparos en volver pese a que se han retirado las medidas, preocupados por la radiación persistente o simplemente porque se han instalado en otros lugares.
– 430 kilómetros de diques –
Los diques eran frecuentes en Japón incluso antes del mortífero tsunami, pero el desastre llevó a erigir más y más altos.
En total, se han construido o reconstruido 430 kilómetros de diques en las prefecturas más afectadas (Fukushima, Miyagi y Iwate).
El 80% de los muros, que no son continuos aunque algunos tienen centenares de metros de longitud en ciertos lugares, se terminó en septiembre pasado, y el proyecto tiene un presupuesto de unos 12.000 millones de dólares.