AFP
Estados Unidos se reintegró el viernes oficialmente a la Unesco, de la que había salido en 2017 bajo la presidencia de Donald Trump, informó esa agencia de la ONU consagrada a la educación, la ciencia y la cultura.
La demanda de readmisión fue aprobada durante una conferencia general extraordinaria de la organización por 132 votos a favor, 15 abstenciones y 10 votos en contra, entre estos los de Irán, Siria, China y sobre todo Rusia, que multiplicó los procedimientos y enmiendas para retrasar la votación.
“La resolución fue adoptada”, proclamó el presidente de la asamblea, el brasileño Santiago Irazabal Mourao, desencadenando una salva de aplausos.
Estados Unidos anunció en octubre de 2017 su salida de organización, denunciando su “persistente sesgo antiisraelí”. Su salida, junto a la de Israel, se hizo efectiva en diciembre de 2018.
Estados Unidos ya había suspendido su aporte financiero a la Unesco desde 2011, bajo la presidencia de Barack Obama, privando a la entidad del 22% de su presupuesto.
Pero el gobierno de Joe Biden propuso en junio, en una carta a la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, “un plan” de reintegración a la organización, que tiene su sede en París.
– Deuda de 619 millones de dólares –
La deuda estadounidense contraída entre 2011 y 2018 con la Unesco se eleva actualmente a 619 millones de dólares, una suma superior a su presupuesto anual de la Unesco, evaluado en 534 millones de dólares.
Washington informó en su carta a Azoulay que pidió al Congreso estadounidense el desembolso de 150 millones de dólares para el ejercicio fiscal de 2024, una contribución que continuará los años siguientes “hasta la liquidación de los atrasos”.
La reintegración estadounidense se da en un contexto de creciente rivalidad con China, que desea transformar el orden multilateral internacional creado tras la Segunda Guerra Mundial y del que la Unesco forma parte.
La Unesco fue además teatro de intensos debates desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.
Un diplomático ruso expresó su ofuscación por el regreso de Estados Unidos a la entidad.
“Estaríamos dispuestos a acoger favorablemente la voluntad de Washington”, que “permitiría reforzar nuestra organización”, pero “consideramos que tratan de arrastrarnos a un mundo paralelo, que supera todas las descripciones absurdas de los libros de Lewis Carroll”, el autor de “Alicia en el país de las maravillas”, declaró.
“En este espacio deformado, quienes defienden la democracia y la primacía del derecho tratan de arrastrarnos hacia una violación de las reglas y de arrogarse derechos privilegiados”, agregó, estimando que Washington debería saldar toda su deuda con la Unesco antes de ser readmitido.