AFP
Estados Unidos “facilitó el transporte” de 222 opositores presos que el gobierno del mandatario nicaragüense Daniel Ortega “decidió liberar unilateralmente”, afirmó este jueves un portavoz del Departamento de Estado.
“El gobierno de Nicaragua decidió unilateralmente liberar a 222 personas que tenía encarceladas, incluido un ciudadano estadounidense”, dijo.
Precisó que algunas de ellas “han pasado años en prisión, muchas por ejercer sus libertades fundamentales, en pésimas condiciones y sin acceso al debido proceso”.
Washington dijo haber “facilitado el transporte de esas personas una vez liberadas” y aseguró que podrán permanecer en Estados Unidos por razones humanitarias durante dos años.
Todos los que fueron liberados y abandonaron el país “voluntariamente accedieron a viajar” a Washington, donde el gobierno les proporcionará asistencia médica y legal, indicó el Departamento de Estado.
La decisión de Managua “es positiva y bienvenida” pero “nos mantenemos firmes en alentar pasos adicionales” por parte del gobierno de Ortega para ”restaurar las libertades civiles y la democracia para el pueblo nicaragüense”, añadió el portavoz.
“Durante mucho tiempo hemos pedido la liberación de personas encarceladas en Nicaragua por ejercer sus libertades fundamentales como un primer paso hacia la restauración de la democracia y un mejor clima de derechos humanos” en el país latinoamericano, insistió.
Un tribunal de Nicaragua confirmó este jueves la liberación de 222 opositores presos, quienes fueron declarados “traidores a la patria” y “deportados” de inmediato a Estados Unidos, según informó desde Managua un magistrado.
La noticia había sido anunciada antes por familiares y opositores exiliados, entre ellos Arturo McFields, exembajador de Ortega ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), destituido tras calificar a su país de dictadura y residente en Estados Unidos, quien hizo el anuncio de la liberación en un vídeo publicado en redes sociales.
Cientos de personas fueron encarceladas en Nicaragua después de las protestas antigubernamentales de 2018, que Ortega vincula con un supuesto fallido golpe de Estado urdido por la oposición con el apoyo de Washington.