AFP
Estados Unidos advirtió que China y Rusia estaban desestabilizando África con sus crecientes incursiones, al inicio el martes de una cumbre en Washington con líderes africanos, una afirmación que Pekín rechazó este miércoles.
Casi medio centenar de gobernantes africanos fueron invitados a la cita, la segunda de este tipo tras la organizada en 2014 por el presidente estadounidense Barack Obama, y que pretende aprovechar el actual mandatario, Joe Biden, para reposicionar a su país en el continente luego del desinterés de su predecesor, Donald Trump.
El martes, en un panel con varios presidentes africanos al comienzo de la reunión de tres días, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, señaló que “China está ampliando su huella” en África “diariamente” a través de su creciente influencia económica.
“La pieza preocupante es que no siempre son transparentes en términos de lo que están haciendo y eso crea problemas que eventualmente serán desestabilizadores, si es que no lo son ya”, destacó.
En cuanto a Rusia, “continúa enviando armas baratas” y desplegando “mercenarios en todo el continente. Y eso también es desestabilizador”, agregó.
China desestimó las críticas sobre su papel en África: su embajador en Washington, Qin Gang, dijo que el continente no debería ser un lugar para la “competencia de las grandes potencias”.
Este miércoles en Pekín el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, dijo a periodistas que Washington “debería respetar la voluntad del pueblo africano y tomar medidas concretas para ayudar al desarrollo de África, en lugar de concentrar sus esfuerzos en difamar y atacar a otros países”.
– “Asociación” –
Biden prevé hablar este miércoles y el jueves ante de la cumbre.
Abogará en particular por un mayor papel de África en la escena internacional, con un asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU, y por la representación formal de la Unión Africana en el G20.
El martes, durante un foro organizado al margen de la cumbre con la diáspora africana en Estados Unidos, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, aseguró que la nueva estrategia de Estados Unidos se puede resumir en una sola palabra: “asociación”.
Todo ello, “reconociendo que no podemos resolver solos nuestras prioridades compartidas”, dijo. Sin embargo, Estados Unidos tiene cuidado de no hablar de competencia abierta con China en el continente.
Sin embargo, Estados Unidos tiene cuidado de no hablar de competencia abierta con China en el continente.
Pekín es el acreedor más grande del mundo para los países pobres y en desarrollo e invierte fuertemente en el continente africano, que es rico en recursos naturales.
Además de las inversiones, la cumbre pondrá el foco en el cambio climático, la inseguridad alimentaria -agravada por la guerra de Ucrania-, las relaciones comerciales y la buena gobernanza.
La cumbre y, al margen, su cohorte de bilaterales, es también una oportunidad para abordar una serie de conflictos, desde Etiopía hasta la República Democrática del Congo (RDC).
Al margen de la cita, Estados Unidos también anunció una nueva ayuda humanitaria de aproximadamente 411 millones de dólares para Somalia, amenazada por la hambruna debido a una sequía en curso.
– Covid-19 y exploración espacial –
Para seducir a socios africanos a veces reacios, Estados Unidos prometió dedicar “55,000 millones de dólares a África durante tres años”, según la Casa Blanca.
La administración Biden dará a conocer los detalles a lo largo de la cumbre de tres días en la capital.
El martes anunció la concesión de hasta 4,000 millones de dólares hasta 2025 para la contratación y formación de trabajadores de la salud en África, una prioridad creciente para Washington desde la pandemia de covid-19.
El primer día de la cumbre también abordó el tema de la exploración espacial, con la firma por parte de Nigeria y Ruanda de los acuerdos de Artemis, una iniciativa liderada por Estados Unidos para la cooperación internacional en viajes a la Luna, Marte y más allá.
Nigeria y Ruanda son los primeros países africanos en sumarse a estos acuerdos, que ya incluyen a aliados europeos, Japón y varias potencias latinoamericanas, y tienen lugar cuando China expande rápidamente su propio programa lunar.