Disturbios por redadas en EE.UU. reavivan debate migratorio

Por: Saraí Escobar

Estados Unidos atraviesa una etapa de fuerte tensión social marcada por numerosas manifestaciones en distintas ciudades, las cuales comenzaron de forma pacífica pero derivaron en disturbios en ciudades como Los Ángeles, Chicago y Nueva York. Las movilizaciones han coincidido con eventos simbólicos como el aniversario del ejército estadounidense y el cumpleaños del presidente, lo que ha amplificado su carga política.

El especialista en temas migratorios, Heriberto Rivera, explicó que si bien muchas manifestaciones han buscado visibilizar el apoyo al inmigrante indocumentado, existen también movimientos con fines políticos que han provocado actos de violencia. Según Rivera, estos últimos grupos no necesariamente tienen un interés genuino por los derechos de los inmigrantes, sino que buscan debilitar políticamente la administración actual.

El impacto económico de estas tensiones también ha sido evidente. Sectores como la agricultura, hotelería y el comercio en general han experimentado retrocesos debido al temor entre los inmigrantes de salir de sus casas ante el riesgo de detención. Además, Rivera recordó un antecedente similar en Alabama, donde tras una ley antimigrante dejó campos sin cosechar. Una situación similar se repite ahora en estados como California, donde centros comerciales y zonas turísticas han registrado una notoria disminución de visitantes.

A esto se suma la reciente orden del presidente Trump anunciando una deportación masiva, considerada por algunos como la más grande en la historia del país. Esta medida, según el experto, no solo ha aumentado la incertidumbre en las comunidades migrantes, sino que también podría profundizar la polarización política y fomentar nuevas protestas. También señaló el choque entre el gobierno federal y autoridades estatales como el gobernador de California, Gavin Newsom, quien “está viendo cómo él sale adelante en su manera política… tal vez quiere su candidatura en el futuro”.

En cuanto a una posible solución al conflicto, Rivera fue claro al afirmar que “espero que pronto se deje la política fuera del tema migratorio y que haya una reforma migratoria”. Añadió que no está en contra de que se deporte a criminales, pero defendió a quienes trabajan y aportan al país: “La persona que está trabajando, que lleva años en Estados Unidos, deberían dejarla quedarse”. Concluyó que el tema migratorio ha sido manipulado durante décadas y que, mientras no se separe de los intereses políticos, seguirá afectando a millones de personas.