AFP
Funcionarios de salud realizan este sábado controles casa por casa en municipios del Caribe de Costa Rica en busca de casos de malaria, tras detectar un brote que ha contagiado a 60 personas, informaron las autoridades.
Casi la mitad de los contagios fueron detectados en Limón (26 casos), la mayor ciudad caribeña del país, y en el vecino cantón de Pococí (32), situado más al norte y que limita con Nicaragua. No se han reportado fallecidos, aunque esta enfermedad es potencialmente mortal.
“Al 7 de abril del 2023, el Ministerio de Salud, a través de la Dirección de Vigilancia de Salud, reporta un brote de malaria en [la provincia de] Limón. en total se contabilizan 60 casos […], 35 pacientes masculinos y 25 femeninos”, dijo la cartera en un comunicado.
Agregó que equipos de salud “realizan labores de barrido de visita casa por casa para detectar personas con síntomas, tomar muestras de sangre, suministrar medicamentos a personas sospechosas (de estar contagiadas, ndlr), entrega de toldos y fumigación de áreas cercanas”.
En tanto, el director de Vigilancia de Salud, Rodrigo Marín, explicó que “el 75% de estos casos se reportaron durante las últimas dos semanas” y “no se logra identificar que los casos sean importados”.
Marín pidió a “la población para que también tomen medidas como utilizar repelente, colocar mosquiteros y cubrirse la piel”, e indicó que a partir del martes “se reforzarán las acciones en las zonas afectadas” para prevenir contagios. El lunes es feriado en el país.
La malaria o paludismo es una enfermedad endémica en Costa Rica y otras naciones de América Latina, que se transmite por la picadura de un mosquito en zonas de menos de 500 metros sobre el nivel del mar.
Entre sus síntomas se encuentran la fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y musculares.
En 2021, “17 países y un territorio de la región de las Américas con malaria endémica representaron un 0,2% de los casos de malaria del mundo”, según el último informe sobre la enfermedad divulgado en diciembre por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ese año hubo unos 600,000 casos y 334 muertes por malaria en la región. Tres países -Venezuela, Colombia y Brasil- representaron casi el 79% del total en las Américas, según el informe.