El gobierno de Costa Rica declaró el jueves estado de emergencia en varios distritos en el norte del país tras la contaminación del agua potable por mercurio, producto de la minería ilegal de una zona cercana.
“Hoy firmé una declaratoria de emergencia para la gente de Crucitas que nos va a permitir utilizar los recursos del fondo de emergencia del CNE (Comisión Nacional de Emergencias) y los procedimientos administrativos necesarios para arreglarle a esta gente la situación”, dijo el presidente Rodrigo Chaves en rueda de prensa.
La situación en la zona había sido denunciada por alcaldes y vecinos, quienes fueron provistos temporalmente de camiones cisterna para el abastecimiento de agua potable mientras se realizaban las investigaciones.
“Vamos a entrarle duro a ese tema, hay drones en camino. Obviamente la estrategia no nos ha dado resultado por años. Hay reportes de acción ilegal increíbles que vamos a tener que atacar y por la delicadeza de esto no vamos a entrar en detalles”, aseguró el mandatario.
Desde noviembre de 2022 se había detectado en varias poblaciones de la zona un “incremento en el nivel de contaminación de los sistemas de agua potable y en las fuentes de dicho líquido como consecuencia de la presencia de mercurio por encima de niveles aceptables”, señala el decreto de emergencia.
Los lugares afectados por la declaración de emergencia son Crucitas, El Roble, Chamorro, Chorreras, Llano Verde y El Jocote, todas pequeñas localidades en la zona norte interior de Costa Rica, cercana a la frontera con Nicaragua.
La zona norte está invadida por mineros artesanales que se han dedicado a extraer oro haciendo uso de estos químicos que, según organizaciones ambientalistas, han provocado graves daños al suelo y los ríos de la zona.
La mayor parte de la extracción ilegal de oro en Costa Rica se realiza en la zona norteña de Crucitas, donde la minera canadiense Infinito Gold pretendió desarrollar un proyecto de extracción de oro, pero fue bloqueado por la justicia debido al impacto ambiental que provocaría.
Ahora mineros ilegales extraen los metales de ese yacimiento de forma irregular y los procesan con mercurio o cianuro, productos químicos que se usa para elaborar productos como el papel, las telas y los plásticos, y se usa como plaguicida.
La exposición humana a estos productos puede causar graves consecuencias para la salud e incluso la muerte, según fuentes científicas y médicas.