AFP
“Queremos que regresen”: el gobierno griego espera beneficiarse de la pandemia de Covid-19 para convencer a miles talentos que partieron al exterior durante una década de crisis para que retornen.
“Tenemos el sol, la tecnología y estaremos junto a ustedes”, afirmó Alex Patelis, principal asesor económico del primer ministro en una reciente teleconferencia. “Queremos que regresen”, lanzó, “abran empresas, nuevas sociedades o trasladen parte de las actuales a Grecia”.
Unas 500.000 personas emigraron al exterior durante la crisis, en la cual la economía se contrajo un 25% y la tasa de desocupados llegó al 28%.
Con el tiempo, las cifras de paro mejoraron, aunque sigue siendo el doble de la media europea.
Christophoros Xenos, de 36 años, tenía apenas 20 cuando partió al Reino Unido para realizar estudios y lanzar su carrera. Pero la crisis económica estalló en Grecia y el retorno estaba plagado de riesgos.
El joven aprovechó la primera oleada de la pandemia para trabajar a distancia “durante tres meses desde Atenas e islas griegas”. “Disfruté mucho el clima, la calidad de vida, el regreso al país”.
La administración griega entrevé esperanzas puesto que la pandemia ha permitido redefinir el concepto de buró, que espera atraiga a trabajadores itinerantes o teletrabajadores, que ejerzan donde sea.
– “Quiero retornar” –
“Quiero retornar, pero sé que los ingresos no serán los mismos” que en Londres, confió Christophoros a la AFP.
Destaca que el régimen fiscal griego es una de las mayores trabas para el regreso desde el exterior. Además los salarios son bajos, la burocracia pesa, faltan infraestructuras, e internet es cara y lenta.
Grecia está entre los países de la OCDE con peor desempeño en ocupación para graduados de educación superior, de acuerdo a un estudio sobre condiciones laborales de Eurofound.
Para quienes regresen, el gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis ofrece una exención de impuestos del 50% sobre los ingresos obtenidos durante siete años.
El ministerio de Trabajo promete reactivar su programa “Rebrain Greece” cuyo objetivo es ofrecer a 500 personas un sueldo de 3.000 euros brutos, con el 70% subvencionado por el Estado.
Grecia ha sufrido varias olas de emigración masiva en el pasado. Pero durante la crisis 2008-2018, partieron los más brillantes. Casi el 90% de los emigrantes eran graduados universitarios, revela una encuesta de la consultora ICAP.
Este movimiento costó a la economía griega más de 15.000 millones de euros (unos 18.000 millones de dólares), según la Autoridad helénica para la calidad de la educación superior (ADIP).
– “Silicon Valley” griego –
Algunos ya decidieron regresar.
Una decena de científicos volvieron a la facultad de Medicina y no se arrepienten.
“Suceden cosas increíbles en Grecia, el país cuenta con cerebros y habilidades”, dice Ioanna Mourkioti, de 29 años, doctorando en Biología, aunque reconoce que la burocracia todo lo enlentece.
Su equipo creó un test antigénico rápido de Covid-19. Espera que alguna empresa griega lo produzca para lograr independencia en este aspecto.
Todo el equipo ha estudiado en el exterior, algunos parte de sus carreras.
“Grecia puede ser líder en investigación (…) aunque es difícil gestionar la logística y la falta de infraetructuras, pero puede desarrollarse”, señala Nefeli Lagopati, de 37 años, investigadora en Biología y Nanomedicina.
“Un país como Grecia no puede contar sólo con el turismo”, exclama Christos Kittas, profesor emérito de histología y embriología. “Debemos invertir en investigación, evitar la fuga de cerebros. Crear un ‘Silicon Valley’ griego”, afirma a la AFP.